El Ojo Breve/ La nueva Sala Mexica

AutorJames Oles

Cuando fue inaugurado en 1964, el Museo Nacional de Antropología en Chapultepec fue la culminación del discurso indigenista posrevolucionario, hecho público por la sofisticación de los antropólogos y museógrafos del país: fue inmediatamente aclamado como uno de los mejores museos del mundo.

El arquitecto Pedro Ramírez Vásquez diseñó un telón de fondo impecable para la colección, combinando el modernismo con referencias prehispánicas (no muy distintas de las obras del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright en Los Angeles, de los años 20). La escala del Museo impresionaba a los visitantes, como el Templo Mayor de Tenochtitlán servía en su tiempo de teatro para los rituales del poder.

El museo funcionó bastante bien, pero limitaciones externas e internas, tanto académicas como políticas, limitaron severamente la actualización de la instalación. La información de las cédulas se volvió obsoleta, numerosos descubrimientos recientes no fueron incorporados al discurso, y las "infames" bodegas poco accesibles, incluso a los eruditos, escondieron importantes obras. Aún más, el museo se volvió aburrido porque siempre era el mismo.

Como parte de un proyecto de completa renovación del edificio, todavía en proceso, el antropólogo del INAH Felipe Solís concluyó recientemente una revisión completa de la Sala Mexica, la más importante del museo. La nueva instalación, abierta sin grandes alardes en noviembre del año pasado, es una de las exposiciones más significativas actualmente visibles en la capital, aunque ha recibido poca atención en la prensa.

A pesar de las limitaciones de tiempo, Solís logró mejorar la experiencia del espectador y revitalizar los cánones del arte azteca. Ciertos elementos fueron inamovibles: casi todas las esculturas de gran tamaño están fijas, y la Sala Mexica sigue siendo el corazón del museo, como parte de una ordenación diacrónica de las salas que enfatiza las culturas del centro de México sobre las del sur (olmeca, maya), a fin de crear una correlación entre la antigua Tenochtitlán (la capital de Moctezuma) y la moderna Ciudad de México (la capital del PRI). La frase didáctica en la entrada principal a la sala -"Nuestra gloria, nuestra fama mexica"- lo hace patente (ninguna otra sala tiene tal cédula en su puerta).

Pero la nueva instalación es suficientemente distinta. En primer lugar, hay simplemente más objetos en exhibición. Una serie de diosas del maíz representan la variedad de atributos y posturas posibles; un...

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