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Mucho ojo con el refrigerio escolar

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Vincent
AutorVanessa Rivas

NAUCALPAN.- Los hábitos alimenticios que los pequeños aprenden durante su infancia son determinantes para que en su etapa adulta desarrollen patrones alimenticios adecuados para conservar una buena salud y no tener problemas de sobre peso, afirman médicos nutriólogos del Estado de México.

"Es importante que las mamás consideren que en esta etapa el niño adquiere sus primeras conductas de alimentación y de cómo los enseñen a comer en estos momentos, dependerá la manera en la que lo van a hacer durante toda su vida", indicó la nutrióloga Magdalena Urrutia.

Agregó que los pequeños comen lo que hay en casa y lo que acostumbran comprar los padres, de ahí la importancia de que ellos sean responsables de los alimentos que va a consumir la familia.

"Si el hogar está lleno de dulces, el niño va a acostumbrarse a comer dulces, lo mismo ocurre cuando hay frituras o productos 'chatarra', si por el contrario cuentan siempre con frutas y verduras, tendrán como resultado múltiples beneficios en su salud", agregó la especialista.

Urrutia aseguró que el lunch debe estar balanceado y no tener solamente el fin de llenar a los niños, porque el que las mamás les coloquen un emparedado de jamón durante toda la semana impide que el niño reciba diferentes nutrientes y las cantidades necesarias de los mismos.

Los especialistas recomiendan no forzar a los niños a terminarse el refrigerio ya que ésto puede resultar contraproducente al convertirse en una obligación y no en un gusto.

"Cada niño sabe perfectamente cuando ya está satisfecho, así como la cantidad de comida que pueden ingerir, por lo que los papás no deben reprimirlos cuando no se terminen el lunch", afirmó Urrutia.

"El que los niños no coman", agregó, "se puede deber a diversas razones, como la falta de apetito en un día en particular, el estado de ánimo o tal vez porque los platillos no son de su agrado".

No es recomendable condicionarlos a que coman y mucho menos premiarlos con algún dulce o regalo porque genera malos hábitos en ellos.

"Nunca se debe enseñar a los niños a que los dulces significan premios por comer lo que les han preparado, porque eso les da a entender que la comida es un castigo...

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