Ojos que no ven...

AutorArisbeth Araujo

Usar lentes no es asunto de moda, sino de prevención y corrección de problemas visuales. Por fortuna, actualmente hay tantos tipos de micas como usuarios.

"Lo principal en una mica es que cubra las necesidades específicas de la persona. Por ejemplo, una con antirreflejante es útil para quien trabaja con luz artificial o con computadoras, pero no para una persona que realiza sus actividades bajo el rayo del Sol; ellos deben elegir una mica fotosensible.

"En cualquier caso, lo importante es que tengan protector contra rayos UV", dice Sven Nellen Hummel, subcoordinador de oftalmología de Médica Sur.

La protección contra rayos UV, o ultravioleta, evita la acumulación de radiaciones solares en los ojos. Éstas pueden ser causantes de enfermedades visuales, como el cáncer de párpado.

El experto agrega que es importante consultar a un especialista sobre el tipo de micas que se necesitan.

"Regularmente las personas son las primeras en sentir la necesidad de usar lentes porque comienzan a ver menos en las noches o borroso. Cuando esto sucede, deben acudir con el especialista.

"Es preferible a hacerse un examen de la vista en una óptica pues, al ser hecho por un optometrista, no será un estudio tan completo como el que realiza un oftalmólogo", dice Sven Nellen.

Sin embargo, no todas las personas pueden detectar que tienen un problema en la visión, porque el ojo se puede acostumbrar a ver menos. Por eso, se aconseja asistir una vez al año con el oculista y llevar a los niños, desde pequeños, para que se les realice un chequeo general que pueda prevenir daños en la visión.

Una vez que ya se tiene determinada la graduación, según el oftalmólogo Sven Nellen, la periodicidad con la que se visite al oculista se hará con base en la edad.

Cuando la persona está en fase de crecimiento (desde la niñez hasta los 18 o 20 años), debe irse a revisar la graduación cada seis meses.

Entre los 20 y 40, la graduación no suele cambiar. Por lo tanto, no es necesario asistir con frecuencia, sólo si se detecta una anomalía en el globo ocular, como comezón, ardor o irritación. Después de los 40 años, los chequeos se hacen al menos cada año.

Por todo esto, si estás entre los 20 y los 40 años, y cada vez que cambias de armazón te dicen que la graduación ya es distinta a la anterior, es tiempo de buscar una segunda opinión.

De frente al Sol

Utilizar lentes para mejorar la visión no significa que debas decirle adiós a los armazones solares que lucen las estrellas de Hollywood...

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