Los ojos y oídos de Echelon

Ondas de radio

Entre las técnicas más antiguas, la escucha de los enlaces de radio de alta frecuencia ha alcanzado su apogeo con las antenas denominadas AN/FLR-9. Se trata de estructuras cilíndricas de metal, de 400 metros de diámetro, instaladas en sitios tranquilos, con poca densidad de emisiones de radio.

Estas instalaciones aprovechan la reflexión de las ondas de alta frecuencia en una capa de la atmósfera situada a más de 70 kilómetros de altitud y sobre la superficie de la Tierra. Utilizada para la recepción, esta propiedad de las ondas también permite su intercepción. Según el investigador británico Duncan Campbell, antenas de escucha AN/FLR-9 están en servicio desde 1964 en San Vito de Normanni (Italia), en Chicksands (Gran Bretaña) y en Karamursel (Turquía).

Satélites

Las comunicaciones entre los satélites y las estaciones terrestres provocan los llamados "derramamientos''. Parte de la radiación se pierde en el espacio, lo que constituye una ventaja para los satélites espía que, sabiamente colocados en órbita, captan la integridad de las comunicaciones.

Campbell considera que los países que explotan el sistema Echelon disponen permanentemente de 120 satélites operacionales para interceptar los intercambios realizados en el espacio. Estos retransmiten sus datos hacia antenas terrestres diseminadas por todo el planeta. Estas "grandes orejas'', colocadas a partir de 1971, utilizan antenas parabólicas de 30 metros de diámetro.

Dos están instaladas en Morwenstow, Inglaterra, para recuperar las comunicaciones intercambiadas sobre los océanos Atlántico e Indico por el sistema Intelsat.

Cables submarinos

Ante la vulnerabilidad de las comunicaciones por satélite, el recurso de los cables submarinos parece ofrecer una garantía absoluta de confidencialidad gracias a la protección de las profundidades de los mares.

En todo caso, hasta octubre de 1971. Según la investigación, a partir de esa fecha el submarino estadounidense Halibu registró las comunicaciones que pasaban por un cable militar ruso en las proximidades de Kamchatka.

Los buzos estadounidenses colocaron una funda equipada de bobinas que captaban los campos magnéticos emitidos por el cable. En 1982 los rusos localizaron dicha funda, pero Washington amplió el uso de esa técnica a los cables del Mediterráneo que...

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