Operación reunión

AutorMaribel González

REFORMA/Estados Unidos WASHINGTON.- A las 02: 25 de la madrugada de ayer, Bill Clinton recibió una llamada. El Secretario de la Casa Blanca, John Podesta, le informaba desde Miami sobre el fracaso de las negociaciones con la familia González para que entregaran a Elián. El Presidente prometió volverle a llamar.

A las 5 de la mañana el Presidente le dio luz verde a Podesta, quien a su vez comunicó la orden a la Fiscal General, Janet Reno. Quince minutos después, 26 agentes (ocho federales de un cuerpo de elite y 18 del equipo de apoyo de la Patrulla Fronteriza) llegaban a la casa del tío abuelo de Elián, Lázaro González, e iniciaban una de las operaciones de "rescate" más polémicas de los últimos años.

La operación en sí duró entre tres y cuatro minutos. Pero todo lo que ocurrió allí adentro, como todo lo que ha ocurrido a lo largo de esta historia, tiene varias versiones.

Altos funcionarios federales leyeron varios comunicados desde sus oficinas en la Casa Blanca destacando que el operativo había sido un éxito. Pero Marisleysis González, la prima de Elián, dio entre llantos otra versión más oscura.

Lo que nadie discute es que a las 05:15 de la madrugada seis camionetas blancas llegaron a gran velocidad y se estacionaron frente a la casa del barrio "La Pequeña Habana".

Elián dormía en un sofá con Lázaro. El vocero de la familia empezó a gritar desesperadamente: "¡ya vienen, ya vienen!". Nadie tuvo tiempo de reaccionar.

Mientras los agentes tiraban gases lacrimógenos para dispersar los 100 exiliados que hacían una vigilia en las afueras de la vivienda, los federales con trajes militares, chalecos antibalas y fusiles de asalto, cortaban los candados de la puerta del patio delantero y se apostaban frente a la puerta principal.

Tocaron. Nadie atendió. Tiraron la puerta abajo.

El niño de seis años, cuya custodia desató una disputa internacional entre Estados Unidos y Cuba, fue encontrado en un clóset de la casa en brazos de Donato Dalrymple, uno de los pescadores que lo rescató frente a las costas de Florida.

Un agente con máscara antigases amenazó con una arma larga al joven, que se negaba a entregar a Elián. Mientras, un fotógrafo de la agencia AP que increíblemente logró introducirse a la casa por una puerta trasera, lanzaba flashes, inmortalizaba ese momento de horror y daba un fuerte argumento a los críticos del operativo.

"Elián lloraba y gritaba: ¡No me lleven!", contó la prima. "Dijeron: 'Dame al niño o disparamos"', contó la joven...

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