EL INFORME OPPENHEIMER / El impacto político del Papa Francisco

AutorAndrés Oppenheimer

Uno de las mayores interrogantes sobre el Papa Francisco es si será un Pontífice políticamente activo que -al igual que lo hizo en Argentina- criticará los abusos de los Gobiernos populistas en toda Latinoamérica. Algunos afirman que lo será.

Durante sus años como Arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia de Obispos de Argentina, el nuevo Papa, Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, tuvo relaciones a menudo tensas con los Gobiernos de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su difunto esposo, el ex Presidente Néstor Kirchner. El ex Presidente acusó una vez a Bergoglio de ser el "verdadero representante de la Oposición".

Luego de ser elegido el miércoles como el primer Papa de América Latina y uno de los pocos que no han sido europeos, muchos observadores de la Iglesia se preguntan si Francisco tendrá el mismo impacto político en Latinoamérica que el difunto Juan Pablo II -el polaco Karol Wojtyla- tuvo en su nativa Europa del Este en la década de 1980.

"Francisco podría convertirse en un crítico de Gobiernos como los de Venezuela, Ecuador o Bolivia, del mismo modo que Juan Pablo II fue un crítico del comunismo en Europa Oriental", afirma Daniel Álvarez, profesor de Estudios Religiosos de la Universidad Internacional de la Florida.

"El nuevo Papa podría muy bien tener un impacto político si visita esos países y dice lo que piensa, como lo hizo en Argentina", añadió Álvarez.

Rosendo Fraga, un conocido analista político argentino, me dijo que la elección de Francisco "es definitivamente una mala noticia para el Gobierno argentino. Sus homilías, en fechas tan recientes como hace dos semanas, eran muy críticas de las condiciones económicas y sociales, así como de la corrupción en Argentina".

Aunque los partidarios del Gobierno populista de Argentina han retratado a Bergoglio como un derechista a quien acusan de no haber defendido activamente a las víctimas de la dictadura militar de su país de 1976 a 1983 -una acusación que sus partidarios niegan vehementemente- otros pintan a Bergoglio como un político moderado y un teólogo conservador.

Elisa "Lilita" Carrió, diputada de Oposición en Argentina que conoce de cerca al nuevo Papa, me dijo que Francisco "es un hombre muy abierto" a quien no se puede definir como conservador. Bergoglio toma el autobús en la ciudad como cualquier otro pasajero, ha lavado los pies de víctimas del sida, y "podría ser definido como un jesuita a quien Dios convirtió en un franciscano", dijo Carrio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR