Orgullo Sobre Ruedas/ Dart 1974
| Autor | Enrique Avila |
Una carretera de recuerdos
Están iniciando las vacaciones de Semana Santa, si sus planes son salir a carretera en auto, haga todo lo que esté de su parte para llevar las cosas a buen término, sólo entonces los buenos recuerdos quedarán como huella imborrable para los miembros de la familia, que tal vez en el futuro con sólo ver el auto vuelvan a revivir esos días de felicidad.
Es indudable que un auto que ha permanecido por años dentro de una familia, no es sólo fierros y plástico sino una caja de recuerdos que reviven cada vez que uno se pone al volante, al menos así ocurre con este Dart 74.
"Fue en 1974 cuando lo conocí personalmente, cuando acompañé a mi padre a recogerlo, lo recuerdo bien, a la agencia Chrysler en Polanco, de inmediato me impresionó la mezcla de potencia con comodidad, en serio", comenta con nostalgia Mauricio Martín del Campo.
"Era un auto de los "grandes" de su época e invitaba a sacarlo a carretera; y eso hacía mi padre...subía a la familia, 4 hijos y su mujer, y salía, al principio sólo a los tradicionales viajes cortos de fin de semana que realiza mucha gente del centro del país: Morelos, Estado de México, Querétaro, Hidalgo".
Despertando confianza
Poco a poco el nuevo auto fue mostrando que era digno de confianza, que se podía salir a carretera y disfrutar el recorrido.
"En una de las innumerables rectas que hay en las carreteras de este último estado, mi padre aceleró a 150 kilómetros por hora un par de minutos; era mucho para un niño de 13 años, en 1979.
"Y después, en un par de ocasiones en su primera etapa, a Acapulco, seis horas de una carretera que en ocasiones, como en el tramo de "El Cañón del Zopilote", parecía una sucursal del infierno, había que subir las ventanillas para evitar acalorarse más, pero el auto respondió sin problemas".
Pese a esto, el viaje más importante que realizó este auto, al que llaman entre familia como "el Palomo", fue en 1982, cuando recorrió todo el sureste del país.
El viaje fue muy duro y ahí demostró ser un auto de batalla.
De México a Catemaco y de ahí a recorrer toda la costa, pasando por Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
"En lo mecánico sólo hubo que cambiarle platinos en Ciudad del Carmen, Campeche, y bueno, resistió un fuerte choque, me prestaron el coche, en la parte lateral trasera, donde está el tapón de gasolina, que le dio un Duster 79 en Progreso, el puerto de Yucatán muy cercano a Mérida.
"Aguantó con el golpe hasta regresar a la Ciudad de México y sólo...
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