Entrevista / Oswaldo Payá / 'En Cuba ya no hay socialismo ni revolución'

AutorYolanda Martínez

REFORMA/ Cuba

LA HABANA.- El prestigio internacional que obtuvo al recibir el Premio Sajarov de los Derechos Humanos 2002 no ha cambiado las austeras costumbres de Oswaldo Payá. Es presidente del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), padre del Proyecto Varela y de tres hijos.

Ingeniero en electromedicina, de 51 años de edad, católico y profundamente religioso, Payá se define como un hombre humilde.

Usa a menudo palabras como paz, amor y reconciliación entre hermanos, empleando un tono casi místico, que contrasta con la opinión que tienen de él algunos diplomáticos extranjeros, para quienes es el líder disidente con los pies mejor puestos sobre la tierra y el único capaz de unir a miles de cubanos en torno a un proyecto de cambios basado en la Constitución vigente.

¿Por qué no ha podido viajar esta semana a Estrasburgo?

En mi país no basta con tener el billete y el pasaporte en regla. Los mecanismos obstructivos para los cubanos son infinitos.

El año pasado obtuvo el Premio Sajarov de los Derechos Humanos y ahora está nominado al Nóbel de la Paz y al Príncipe de Asturias de la Concordia ¿Qué siente ante tanto reconocimiento?

Agradecimiento. Mi país necesita una transición pacífica con urgencia y gracias a esos premios se conocen las ideas de reconciliación que nos mueven.

¿De quien ha recibido más ayuda el Proyecto Varela?

Del ex Presidente de Estados Unidos, James Carter, que dio el espaldarazo definitivo al Proyecto, difundiendo su existencia por toda la isla.

Se ha especulado mucho con su calidad de vida.

Mis condiciones de vida son modestas, pero dignas. Muchos cubanos viven como yo o peor. Los dirigentes viven en la opulencia.

¿Está dolido por las fotos publicadas en el libro "Los disidentes", donde se le veía con su familia en Varadero?

Cuando se habla de si Payá tiene teléfono y televisor o si puede ir a la playa, el Gobierno pretende desviar hacia nosotros la protesta del pueblo, pero es el régimen el que intenta cultivar perversamente una envidia peligrosa entre cubanos. Ese libro forma parte de la desacreditación y el hostigamiento al que me someten.

¿Usted no mantiene con la Seguridad del Estado lo que Elizardo Sánchez ha denominado "relaciones cordiales"?

No voy a hacer comparaciones. En mi caso, la seguridad llega a detenerme de madrugada a mi casa, me esposan, me obligan a bajar la cabeza y no abro los ojos hasta que estoy dentro de una habitación, donde me interrogan durante 12 horas. Yo sólo hablo con esas personas en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR