Oye mentadas desde crucero

AutorJorge A. Pérez

Como policía de tránsito y vialidad lo que más ha acumulado en el último año son mentadas de madre, que a veces lo hacen dudar si vale la pena su profesión.

Miguel González Munguía no termina por acoplarse a dirigir el tránsito de la ciudad más poblada del mundo y seguido se desespera.

"Es frustrante que la gente no te respete, al principio me daban ganas de contestarles y pelearme con ellos, ahora mejor los ignoro", dice.

A sus 26 años de edad recuerda que antes de ser responsable de crucero perteneció al extinto agrupamiento de motopatrullas.

Hace casi dos años fue reasignado a la Dirección de Tránsito y Vialidad de la Secretaría de Seguridad Pública, y como lo hizo su padre en el pasado, viste un uniforme de los llamados "tamarindos".

"Yo creo que nosotros tenemos una mala imagen pero porque de alguna manera han habido elementos que se la ganaron", agrega.

De las cosas que más le agradan de su empleo, comenta, es que el horario es fijo y le permite realizar otras actividades.

Lo que más le desagrada, confiesa, es la forma en que los ciudadanos tratan a los policías.

"Nunca los dejas contentos, si das vialidad de un lado, ya te la están mentando del otro, porque quieren pasar al mismo tiempo y no entienden que primero unos y luego otros".

Ser policía de tránsito le ha enseñado que la...

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