PLAZA PÚBLICA / Crímenes sin criminales

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

La justicia mexicana ha determinado que en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, el gobierno mexicano cometió genocidio. Pero al mismo tiempo -si bien no está pronunciada la última palabra- exoneró de participar en la consumación de ese delito a quien era entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría, en algún sentido número dos de ese gobierno delincuente. Aparece de nuevo, de ese modo, una modalidad reciente de la impunidad, la existencia de crímenes sin criminales.

Acaba de establecer esa paradoja la Suprema Corte de Justicia de la Nación al cerrar su indagación constitucional sobre la barbarie policial asestada a pobladores de Atenco en mayo de 2006: se violaron de modo grave sus garantías individuales, pero no hubo en ello responsabilidad de los jefes de las corporaciones involucradas. Por su parte, la justicia común no ha sido capaz de castigar a ninguno de los agentes que de modo inequívoco, directamente, atentaron contra la integridad de cientos de atenquenses. Nadie está preso por ello (y no sobra decir una vez más que en perverso contraste algunas de las víctimas de esa represión policiaca padecen penas de más de 30 años de prisión, eso sin hablar de quienes, por episodios aledaños pero vinculados, están sentenciados a 67 y aún a 112 años de reclusión.

Otro caso actualizado en estos días de esta novedosa forma de impunidad es el homicidio en que perdió la vida José Francisco Ruiz Massieu. La semana pasada, el 24 de marzo, el primer tribunal unitario en materia penal del Distrito Federal decretó la prescripción de la acción penal intentada contra Manuel Muñoz Rocha y se canceló por consecuencia la orden de aprehensión librada contra éste el 7 de octubre de 1994. Muñoz Rocha, político tamaulipeco apadrinado por Raúl Salinas de Gortari, diputado federal que presidía una comisión en la Cámara, fue acusado de ser el brazo ejecutor del plan cuya autoría intelectual se atribuyó al hermano mayor de Carlos Salinas. Muñoz Rocha habría organizado con Fernando Rodríguez (secretario técnico de su comisión y su hermano Jorge la maniobra por la que un matarife, Daniel Aguilar Treviño, disparó contra Ruiz Massieu con una pistola que le fue provista por Carlos Cantú Narváez. Estos dos últimos, y los Rodríguez, están presos, pero no así quienes los concertaron para ultimar al ex gobernador de Guerrero. Raúl Salinas quedó exonerado de ese crimen en junio de 2005, y ahora Muñoz Rocha podría aparecer sin riesgo de ser aprehendido sólo porque...

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