Pásele, pásele

AutorIvett Rangel, Esther González Jacques y Cecilia Núñez

¿Qué mayor folclore que visitar el mercado de un destino? Ahí se observan productos comestibles que en ocasiones nos son extraños y exhiben las costumbres alimenticias de cierto país. Frutas y verduras cuyo sabor nos enamora y sabemos que no volveremos a probar, a menos que pisemos de nuevo el suelo de aquel territorio.

Aunque parece que en todo el mundo se lleva a cabo el mismo ritual de vender los productos frescos desde la madrugada y que quien llega temprano se lleva lo mejor, en cada destino hay un detalle característico. He aquí algunos ejemplos.

Tailandia: sabores que flotan

A Bangkok se le conoce como la Venecia de Oriente porque la ciudad estuvo comunicada por una extensa red de canales que hoy apenas sobrevive en las proximidades de la capital.

Los klongs (como le llaman a los canales en Tailandia) ahora también sirven para albergar exóticos mercados flotantes, como en Damnern Saduak, donde decenas de barcas de popa larga viajan repletas de flores, frutas, verduras y artesanías.

Este sitio, ubicado a 110 kilómetros al oeste de la capital, en la provincia de Rajaburi, resulta sorprendente por sus colores y sabores, que navegan muy cerca unos de otros. Los vendedores se distinguen de los compradores únicamente por sus sombreros de paja.

Ivett Rangel

Aquí cerca el de San Juan

México se conoce por sus mercados, dijo en alguna ocasión el poeta chileno Pablo Neruda. "Lo recorrí (ese país) durante años, de mercado en mercado".

Bajo esta idea, un paseo por el mercado de San Juan podría ser una buena opción.

Llamado oficialmente Ernesto Pugibet, a este sitio acuden los que saben de comida y buen comer.

En este sitio se consigue todo tipo de carne: de armadillo, iguana, jabalí, avestruz, cocodrilo, zorrillo y hasta de león, así como de aves: perdiz, pichón, faisán, codorniz y tórtola.

También, una amplia variedad de productos del mar: anguila, mantarraya, percebe, esmedregal y tenaza de cangrejo.

Un lugar para descubrir texturas y sabores aún desconocidos para los ojos y, especialmente, para el gusto.

Colombia: exotismo a kilos

El área de pescados del mercado de Paloquemao, en Bogotá, es uno de los principales atractivos de esta lonja comercial. Ahí se encuentran exóticas especies que provienen del Amazonas y el río Magdalena, como el nicuro, un pequeño pez negro con cara de enojado y largos bigotes, y el bagre, cuya piel escamada remite a un tigre.

La zona de frutas y verduras de esta nave mercantil con techos laminados también tiene su...

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