Plaza Pública / Vicisitudes de la (in) seguridad social

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Los gobiernos panistas de Fox y Calderón, como el del tenuemente priista Zedillo se propusieron revolucionar los términos en que se prestan los servicios de seguridad social. Sin que se hayan traducido en mejoras para derechohabientes y beneficiarios, que es lo importante, se ocuparon de reformar -o deformar, mejor dicho- tanto las reglas para el retiro de los trabajadores en general como las relaciones laborales de los empleados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

A pesar de que para millones de asalariados el cambio del régimen de jubilaciones solidario al individual supuso la pérdida (o el robo) de los ahorros de toda una vida, y la entrega de los remanentes a empresas privadas que obtienen ingresos y ganancias en montos muy superiores a los magros beneficios de quienes preparan su retiro, no se produjo movilización social significativa que pusiera en relieve, protestara en contra o tratara de evitar ese despojo. En cambio, y en buena hora, la modificación a las reglas laborales y de seguridad social de los empleados federales fue rechazada por un número significativo de afectados, que han realizado movilizaciones políticas (que incluyen el desafortunado, por inútil y estorboso, plantón delante de la sede principal del ISSSTE), y sobre todo una colosal batalla jurídica, la de más grande envergadura en la historia de nuestro país, de mayor alcance aún que la que, también a través de amparos, emprendieron sectores conservadores contra un impuesto de 1 por ciento a favor de la educación hace más de 40 años.

Resultado de convertir la Dirección General de Pensiones en una institución pensada más en función de los liderazgos burocráticos que en el beneficio de los trabajadores al servicio del Estado, el ISSSTE transitó en pocas décadas del esplendor constructivo al deterioro de sus actividades. Con humor cruel, pero no escaso acierto, se llegó a descifrar el acrónimo de aquella institución como Inútil Solicitar Servicios Sólo Tramitamos Entierros. Con impasibilidad irresponsable fue permitiéndose que se arruinaran los activos del órgano federal y se acrecentara el problema de las pensiones, abultado por la indolencia y la corrupción, que desfondaron al ISSSTE.

El gobierno de Calderón asumió el de esa institución como un problema financiero, no de seguridad social, y buscó darle solución, que al mismo tiempo significara el cumplimiento de...

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