Pablo de los Santos / Portafolio del Donald 2017

AutorPablo de los Santos

La llegada de Trump a la presidencia fue una auténtica montaña rusa para los índices bursátiles estadounidenses.

En un principio el mercado lo calificó como un personaje inestable que sería destructivo para el capital. Posterior a su discurso de victoria, la gente de Wall St recapacitó al ver que en realidad se encontraban ante un "show man" al cual podrían adaptarle un guión, y junto con el partido republicano "de derecha" buscar convertir sus fantasías empresariales en realidad. Al menos las que se refieren a desregulación, impuestos y a participar en puestos claves en el gobierno federal. Empresas como: Nucor (NUE), Goldman Sachs (GS), Exxon (XOM), y hasta la World Wrestling (WWE) se encuentran ya bien representadas en el próximo gabinete presidencial.

La perspectiva deflacionaria y de bajas tasas súbitamente fue modificada -al menos en percepción- por una visión de inflación escalante. Lo anterior derivado de las siguientes agresivas propuestas pro-empresas: 1) El plan de los republicanos de reducir impuestos a los individuos y a las corporaciones. De 39 a 33 por ciento y de 35 a 20 por ciento respectivamente, -el plan del Donald bajaría impuestos para corporaciones hasta el 15 por ciento-. 2) El plan de infraestructura por 1 T de dólares (medida anglosajona). 3) La caída o modificación de la legislación Dodd Frank y Basilea IV. 4) La baja en impuestos por dividendos e intereses, a individuos y otra serie de beneficios a corporaciones.

Recalcamos que la deuda no será problema. La Fed "imprimió" 4.5 T de dólares en un lapso de cinco años, -el monto equivale a más del triple de los bonos del tesoro en manos de China-, periodo en el cual incluso el dólar se fortaleció. De la misma forma, el servicio de deuda estadounidense actualmente representa únicamente el 7.4 por ciento de su presupuesto fiscal. Al contrario, gracias a esta pachanga la amenaza de una ola destructiva deflacionaria haría una pausa en 2017.

Bancos estadounidenses (pausa a la japonización)

Meses antes de la elección presidencial, el CEO de Goldman (GS), Lloyd Blankfein fue cuestionado por un reconocido analista del porque su empresa -en base a su valuación- simplemente "destruía capital". Según este analista, el banco insignia del capitalismo, "el JP Morgan de la era moderna", desconocía cómo crear riqueza para sus accionistas.

Sin embargo, el premio llego rápido para todos aquellos que meses atrás compraron bancos "a la antigüita" -debajo de valor en libros- gracias al...

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