Paisaje de selva y nubes

AutorSalatiel Barragán

Para proteger más de 10 tipos de vegetación, como el mayor bosque de niebla o mesófilo de montaña de nuestro país, y uno de los últimos remanentes de selva tropical húmeda con bosques de pinos y encinos y selvas tropicales, se creó en marzo de 1990 la Reserva de la Biosfera El Triunfo.

Ubicada en el centro de la Sierra Madre de Chiapas, la reserva ocupa una superficie territorial de casi 120 mil hectáreas de las zonas Costa y Fraylesca, donde el paisaje se mezcla entre tierras montañosas cuya altitud varía de 450 metros sobre el nivel del mar (msnm) hasta los 2 mil 750 msnm frente a la costa del Pacífico.

En las partes bajas de las serranías, empezó la siembra del café desde el Siglo 19, y en la región se hicieron caminos de herradura para sacar el producto en mulas que atravesaban la sierra para llevarlo a ambas costas. Hoy, algunos de estos caminos comunican la reserva y forman parte de senderos como Cañada Honda, Sendero Viejo, Costa, Prusia, Bandera y Palo Gordo, que parten desde el campamento El Triunfo.

Ubicado en el centro de la reserva, este último consiste en varias construcciones de lo que antaño fue un rancho habitado hasta hace tres décadas, donde el visitante puede descansar, comer, dormir y hasta acampar.

En el corazón del área, la niebla casi permanente envuelve el hábitat del ave más espectacular de América y considerada en peligro de extinción: el quetzal, una hermosa ave que aquí tiene su mejor y más seguro refugio.

Junto a los troncos retorcidos de enormes encinos y olmos llenos de bromelias, orquídeas, cactáceas y lianas, se desarrollan helechos arborescentes que miden hasta 15 metros de altura. La vegetación crea un excelente hábitat de fauna rara como el pavón, pajuil, tángara aliazul, correcaminos, puma, jaguar, tapir y monos araña, pues se han registrado 63 especies de reptiles, 22 de anfibios, 116 de mamíferos, más de mil de plantas y 400 de aves que atraen a observadores de todo el mundo.

La bruma y la lluvia están presentes casi todos los días del año, por lo que los recorridos empiezan después de que el sol penetra la niebla que lo cubre todo. Media docena de senderos permiten conocer esta área, donde es posible encontrar huellas de tapir, puma o jaguar, o ver cómo varios machos persiguen a una hembra de quetzal y escuchar los cantos de más de una docena de aves al mismo tiempo.

El sendero más corto es al cercano cerro El Triunfo: un recorrido con ascenso prolongado entre bosques y matorrales de niebla. La...

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