PAN: ¿Contienda interna, o simulación?

AutorErnesto Núñez

Pérdida de identidad partidista, conflictos entre militantes y dirigentes, imposición de candidatos, abandono de causas populares, alejamiento entre el partido y la ciudadanía. "En el comportamiento de los panistas ya no aplica la fuerza de las ideas, sino la fuerza del interés, la nómina y el poder".

El diagnóstico es de 2009; lo hizo una comisión del Consejo Nacional del PAN -encabezada por el neoleonés José Luis Coindreau- a mediados del sexenio de Felipe Calderón, luego de la derrota en las elecciones intermedias. Tres años después, Josefina Vázquez Mota hundía al PAN al tercer lugar en la elección presidencial de 2012.

Hoy, luego de una nueva derrota, los panistas dan vueltas en el mismo laberinto.

La noche del pasado miércoles, en un debate celebrado en la sede nacional panista, los candidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional elaboran un diagnóstico muy similar al del Informe Coindreau.

Las palabras de los candidatos Marko Cortés y Manuel Gómez-Morin Martínez del Río (nieto del fundador del PAN, del mismo nombre) configuran una autopsia, más que una receta.

"Las dirigencias tomaron malas decisiones, como las designaciones en todo el país, malas decisiones como haber hecho una alianza que no dio los resultados esperados, se violentó el derecho de muchos y, digámoslo como es, la dirigencia fue juez y parte. En este proceso electoral hubo muchos panistas que traicionaron su convicción panista, que apoyaron a candidatos de otros partidos o sin partido", señala Marko Cortés, candidato de las cúpulas, identificado con el grupo de Ricardo Anaya y apoyado por 11 de los 12 gobernadores panistas.

"El PAN agoniza, está muriendo, ustedes se han empeñado en destruirlo, en aislarlo, en desprestigiarlo. Quedó muy claro que los mexicanos nos dijeron, en las urnas: no más panistas corruptos, no queremos dirigentes agachones y comodines, no queremos un PAN elitista, soberbio y arrogante. Mi abuelo fundó un partido para el bien de México, para el bien de todos, no un partido para el bien de ustedes", expone Gómez-Morin.

Durante una hora, los candidatos se mantienen en la línea de golpeo, y salen a relucir las traiciones, los moches, las ausencias, las impericias legislativas, los grupos de interés, los gobernantes sin principios, la doctrina arrumbada, los "padroneros" que se han apoderado de la afiliación para controlar los procesos internos, la ausencia de democracia interna, las designaciones y las autodesignaciones. Incluso, se exponen acusaciones por enriquecimiento inexplicable, la adquisición de una finca aguacatera y por nexos con una empresa acusada de levado de dinero.

Al final del debate, Gómez-Morin denuncia boicot, pues su mensaje final fue cortado abruptamente en la única televisora que transmitió el evento en vivo. También acusa al PAN de Benito Juárez de hackear su página de internet y sus redes sociales. Lo acompañan el ex dirigente nacional Gustavo Madero, y el primer gobernador panista de la historia, Ernesto Ruffo.

Marko Cortés se declara ganador anticipado de la contienda, y se disculpa por "el espectáculo" dado. Lo dice acompañado por Mariana Gómez del Campo, Jorge Romero (caciques del PAN-DF) y el ex senador Héctor Larios...

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