'El PAN debe abrirse, pero no demasiado'

AutorErnesto Núñez

Jean Francois Prud'homme, investigador del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México (Colmex), y Yemile Mizrahi, especialista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), coinciden en que el blanquiazul acertó al emprender una reforma estatutaria y doctrinaria antes de que su llegada al poder y su inminente crecimiento le provoque una crisis interna.

En sus diagnósticos sobre el PAN, ambos investigadores mencionan rasgos comunes: Un problema de crecimiento que choca con sus cerrados métodos de afiliación. Un sistema de elección de candidatos y dirigentes que ha provocado manipulaciones, crisis y la necesaria intervención del CEN para solucionar diferencias en los estados. Y la evidente falta de adaptación al poder.

"Para ser panista es casi como entrar a un club privado, tienes que hacer un curso, recomendarte un medio activo, esperar seis meses a que el comité municipal te afilie, y generalmente quienes afilian son los panistas tradicionales.

"Ellos cuidan mucho su pureza, su integridad; les da miedo que haya gente que llegue sólo por ambición, y yo creo que eso es inevitable; un partido político moderno tiene que abrirse a la población en general", explica Mizrahi.

"Desde el momento en el que empieza a ganar elecciones, a ser Gobierno, el PAN enfrenta el reto de la participación ampliada. Este es un reto, porque lo anterior permitía un funcionamiento relativamente fácil, de entendimiento, una especie de disciplina interna, de compartir ciertos valores comunes alrededor de las 16 cuartillas de su doctrina.

"Además, los panistas tenían muy claro que su militancia era reducida, homogénea, pequeña, con un largo proceso para obtener la membresía, diseñado a propósito", señala Prud'homme.

Partido de élites

Con estas características, el PAN es considerado un partido de élites, donde los acuerdos se toman entre grupos afines bajo mecanismos que han funcionado eficientemente desde su fundación, en 1939.

Prud'homme destaca que el PAN, a pesar de haber atravesado periodos de crisis que llevaron al rompimiento de algunos miembros, nunca ha tenido escisiones importantes, que generen otros partidos políticos competitivos o provoquen deserciones masivas de panistas.

"Su estructura interna fue diseñada para un partido que no crecía, que era manejado por una élite; en donde existía la posibilidad de llegar a acuerdos entre los grupos. Pero ahora el PAN deberá modificar su pequeña y maravillosa maquinaria política, que le ha...

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