Pandillas: ¿cantera del narco?

AutorJésica Zermeño

Cuando la Policía Ministerial de Sinaloa lo detuvo en Charay, un pequeño poblado del municipio de El Fuerte, el pasado 11 de septiembre, Francisco Miguel, de apenas 16 años, llevaba consigo un revolver calibre .38, tres cartuchos útiles y 30 dosis de cristal. Dijo que iba armado por seguridad personal. Después, en su declaración ministerial, el adolescente, apodado El Patojo, El Mike y/o El Niño, confesó que había participado en al menos 51 asesinatos, y que para consumarlos había utilizado lo mismo rifles AK-47 que pistolas tipo escuadra o hasta tijeras.

El Patojo nació en Tijuana, Baja California. Desde febrero era sicario de Los Mazatlecos, un grupo criminal a las órdenes de los Beltrán Leyva y Los Zetas. Entre sus víctimas están un policía municipal, un maestro, un músico, siete ganaderos y un migrante guatemalteco. Además, participó en el secuestro de por lo menos nueve personas -a todas las asesinó-, calcinó a siete e informó a las autoridades que en alguna parte de Sonora hay una fosa clandestina con otras cinco muertes de su autoría.

Según la Ley de Justicia para Adolescentes del estado, el sicario podrá tener una pena máxima de siete años de cárcel, por su condición de menor de edad, pero legisladores locales ya se pronunciaron por endurecer las penas para los adolescentes con delitos graves, como en otras entidades.

El 2 de febrero, siete meses antes de su detención, la Procuraduría de Justicia de Sinaloa detuvo en Los Mochis a un reclutador de sicarios de Los Mazatlecos, José Iván Moreno Espinoza, El Iván, quien "contrató" a varios adolescentes como Francisco Miguel. En una entrevista con el semanario Río Doce, El Iván, de apenas 21 años, relató dónde encontraba a los futuros sicarios de la banda: entre las pandillas callejeras.

"Había una bolita de cholos que andaban ahí, y les digo: 'A ver, qué onda plebes, ¿cómo están?, ¿quién quiere chambear?'. '¿De qué?', me dice uno de los cholillos. 'Pos la neta, plebes, la chamba que se les ofrece es de sicarios. Se les ofrece ocho mil pesos a la quincena. ¿Quién sabe disparar?', les pregunto. No, pos nadie, me dicen. No, pos se les va a llevar a un campo de entrenamiento donde les van a enseñar de todo. Desde cómo armar y desarmar un rifle, cómo disparar, cómo reventar una cosa, cómo pegarle a un detenido para que se te desmaye al primer golpe, todo. Cómo manejar el Barret 50, todas las armas.

"Yo les entregaba lo que es el boleto a Mazatlán y mil pesos de gastos a cada uno", relató el reclutador, quien calculó que envió a por lo menos 15 jóvenes pandilleros para entrenarse de sicarios a un rancho al sur de Sinaloa. Según sus cuentas, al momento de la entrevista había muerto una decena.

Pandillas y tapados

Historias como las de El Patojo y El Iván se volvieron comunes en este sexenio. El acercamiento de la delincuencia organizada a los jóvenes y niños, algunos miembros de pandillas, para incorporarlos a su cadena de producción de delitos y violencia ha sido sigiloso, y aún intrazable con precisión.

El involucramiento de menores de edad con el crimen organizado es ya un severo problema en varias zonas del país, pues representan mano de obra barata y fácilmente reemplazable. Muchos de ellos fueron reclutados en la calle, entre las pandillas.

En 2011, la Red por los Derechos de la Infancia calculaba que había por lo menos 30 mil menores que cooperaban con la delincuencia organizada. Según la Red, los más pequeños son utilizados como "halcones" (vigilantes de posibles víctimas); a partir de los 12 años cuidan casas de seguridad, y a los 16 ya son sicarios, pues trabajan en secuestros y asesinatos.

De acuerdo con datos de la Procuraduría General de la República, entre diciembre de 2006 y junio de 2012 fueron detenidos 5 mil 585 menores de edad por delitos relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada. El 67 por ciento de esas detenciones se concentró en nueve entidades, la mayoría con alta presencia del crimen organizado: Baja California (799), Guanajuato (661), el Distrito Federal (657), Jalisco (493), Chihuahua (268)...

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