Papelito habla

AutorAna Gabriela Rezc

Proteger las obras e investigaciones que se producen en las aulas es fundamental pues, de lo contrario, no se puede potenciar lo que se ha creado.

Así lo afirma Manuel Morante, abogado asociado en la firma Arochi & Lindner, quien señala que a veces los estudiantes ven en el acto de proteger sus invenciones u obras un signo de egoísmo y prefieren que su creatividad sea compartida con el mundo.

"Eso es muy loable, pero dudo mucho que uno de estos jóvenes quiera ver lo que crea, lo que inventa, copiado por otra persona y que esa persona además saque un provecho económico".

A parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que otorga protección a través de patentes, registros de modelos de utilidad y diseños industriales, el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) es otro organismo que procura la propiedad intelectual en el País.

En él, se pueden registrar obras que pueden ser literarias, musicales (con o sin letra), dramáticas, de danza, pictóricas o de dibujo, escultóricas, de caricatura e historieta, fotográficas, arquitectónicas y cinematográficas, así como programas de radio, televisión y de cómputo.

De esta manera, agrega Morante, se pueden proteger tesis y trabajos académicos, que normalmente son las obras que más producen los estudiantes.

El costo del trámite es de 223 pesos y la vigencia del derecho que se obtiene corresponde a la vida del autor y, a partir de su muerte, 100 años más. Al término de este tiempo, la obra pasará a ser de dominio...

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