La parcela política de López Portillo y Rojas

AutorAntonio Saborit

La recomposición de las agendas políticas de los miembros de la comunidad letrada del porfiriato tal vez sea indispensable para entender a cabalidad sus derroteros literarios. Algo así escribí en esta misma columna (cf. "Un cuaderno de Federico Gamboa", El Angel, 1 de diciembre de 2002) al glosar un apunte que Federico Gamboa dejó fuera de su diario y en el que comentaba la suerte del novelista José López Portillo y Rojas, cuando a finales de 1909 fue desaforado como senador de la República -"por prevaricador dicen sus acusadores, por 'reyista' dice la gente", según escribió el autor de Santa en uno de sus cuadernos-. Tal vez sea al revés, es decir, que recomponer un derrotero literario acaso sea útil para entender una trayectoria política -pues eso nos lleva a recuperar las palabras exactas de los mismos escritores. López Portillo fue más que partidario del General Bernardo Reyes: en el verano de 1909 fue un activo operador político del gobernador de Nuevo León cuando este último le pidió que organizara a los clubes reyistas para que le dirigieran una carta, tal y como instruyó: "redactada del modo más serio y sencillo, preguntándome qué razones he tenido para juzgar patriótico, como he dicho, el deseo que he manifestado de que no se me presente como candidato a la Vicepresidencia de la República, y cuáles para decidirme a apoyar la postulación del Sr. (Ramón) Corral; expresando que me hacen esas preguntas, no obstante que han tomado buena nota de que, como es debido conforme a nuestras instituciones, reconozco a los ciudadanos el derecho que tienen de postular a la persona que conceptúen más apropiada para el caso".

López Portillo le cumplió a Bernardo Reyes, rogándole "de la manera más empeñosa" que no fuera a "matar" a sus partidarios con la respuesta que tenía en mente:

"Te sobran talento y habilidad política para salir del paso de tal manera que, sin dejar de obtener el fin que te propones (que no sé cuál sea), no nos dejes a tus amigos haciendo mala figura y desairados. El movimiento a tu favor es tan completo y espontáneo en todo el país, que no debes dudar de tu popularidad".

Porfirio Díaz, al tanto de las numerosas cartas y telegramas que el autor de La parcela cruzó con Bernardo Reyes, no perdonó semejante osadía. ¿Por qué? Tal vez ayude a explicar la ira de Díaz contra López Portillo la lectura de la siguiente carta, una de las primeras que este último le envió a Reyes para animarlo a postularse -una carta depositada en el...

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