Entre Paréntesis / Un taco para Proust

AutorDavid Martín del Campo

En el costado sur del Monumento a Obregón, Ignacio Asúnsolo esculpió un grupo humano que compendia las ideas sociales en boga en aquel año de 1935. El mausoleo (que durante más de 40 años exhibió la mano del Héroe de Celaya en un frasco de formol) destaca en ese flanco a nueve figuras muy a la manera del realismo socialista apoderado de los monumentos públicos. Así las estatuas de Asúnsolo magnifican la verdad proletaria del momento: semidesnudos junto al yunque obrero, los custodios del mártir de La Bombilla empuñan ya un pesado haz de trigo, ora una ristra con siete mazorcas porque ese binomio perduraría por siempre como emblema sincrético de la agricultura nacional en beneficio de las mesas populares.

Trigo y maíz, que en México es decirlo casi todo.

Hubo un tiempo de la infancia en que al llegar como invitados la pregunta surgía apenas desdoblar la servilleta: "¿pan o tortillas?", porque en la respuesta se exponía la preferencia culinaria, sí, pero también la condición de clase y la procedencia social. También había algo de reconocimiento regional, pues no es ningún secreto que el norte del país fue el territorio elegido para la producción de trigo durante la expansión novohispana.

Y esto viene a cuento ahora que el tema de moda es el de la tortilla y su precio controlado a regaña- dientes.

Todos, de pronto, nos hemos convertido en especialistas del nixtamal y los usos industriales que el maíz tiene en la producción de etanol. Y al modo de Villaurrutia, que insistía en su terquedad lírica "Yo también hablo de la rosa / Pero mi rosa no es la rosa fría...", ahora todos intercedemos por la tortilla y su precio pactado a 8.50 el kilogramo. Y como en el Popol-Vuh quedó asentado que los hombres fuimos creados no de barro ni de madera sino del maíz primigenio, hablar de la santa tortilla se ha vuelto un asunto de gravedad histórica.

No es un tema de capricho gastronómico ni de rigores nutricionales, y hay quienes han afirmado, incluso, que esto de la tortilla implica una cuestión de seguridad nacional pues de su consumo depende la sobrevivencia de los 50 millones de mexicanos que subsisten en condiciones de precariedad. De modo que los excesos proustianos asomando...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR