Pasan la noche en estaciones

AutorAlejandro León

Usar taxi no es opción, por el costo. Guardar el auto, tampoco, por si se ofrece trasladar a su hermana recién operada de las vesícula.

A Leonor Mejía sólo le quedó dormir junto a una bomba para conseguir gasolina.

En la estación de servicio que está en Huipulco, en Calzada de Tlalpan, se envolvió en una cobija para soportar el frío que arreció ayer por la madrugada.

El sábado llegó a las 14:00 horas para llenar dos bidones de 20 litros. Pero a las 18:00 horas el combustible se terminó.

De sus dos botes, uno era para tener listo el vehículo de su hermana en caso de alguna emergencia.

El otro, para una allegada que es enfermera y que, por estar de guardia, no podía formarse.

Además de Leonor, otros cinco vecinos se aventuraron a formarse a la intemperie, mientras que los automovilistas dormían en los asientos de sus coches.

"La pasé mal porque hacía mucho frío, no fui la única", decía.

Amaneció y los encargados del centro de servicio no tenían certeza de la hora en que llegaría la pipa. Y mientras pasaba el tiempo crecían la incertidumbre y las filas.

La tarde y la noche del sábado "chiquiteó" una torta. La mañana de ayer compró un atole...

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