Pata de perro / El principio de una era
Autor | Alonso Vera |
Con esta columna celebro 10 años de Pata de Perro, y lo hago pensando en la importancia del solsticio de invierno de 2012. El Calendario del Largo Conteo de 13 baktunes (periodos de 394.3 años) volverá a cero. Desde el punto de vista astronómico, nuestro sol se alineará con el plano galáctico de la Vía Láctea y su núcleo -que los mayas llaman Hunab Ku- en un acontecimiento que sucede cada 26 mil años.
Este es un fenómeno anunciado por distintas culturas, como la sumeria, la egipcia y la india. Pero fueron los mayas quienes dejaron escrito en piedra la fecha de verificación. En torno proliferan todo tipo de teorías. México y los mayas son un creciente tema de conversación en todo el mundo. Y en el plano turístico es oro que debe aprovecharse para presentar un destino renovado y unido por el patrimonio ligado a la auténtica cultura maya. En concreto, es motivo de una fiesta universal.
Buenos días Pac-Chen
Aún es de madrugada. Abro los ojos acurrucado en el capullo que crea mi hamaca; sólo una diminuta brecha me comunica con el exterior. Me cobijan las copas de ceibas, copales, ramones y otros que quisiera nombrar. Huele a barro húmedo y al humo que se alborota en el interior de la casa ovalada con techo de palma que está a unos pasos.
Dentro, las mujeres de trenzas enroscadas y la piel cobriza cubierta por coloridas mantas de algodón echan tortillas en el fuego. Los niños, con sus mejillas repletas de tortilla, ya inician el largo trayecto a la escuela. En el camino treparán los templos marchitos de sus ancestros.
Los pájaros despiertan para cantarle a los primeros rayos del sol. La bruma se pasea sobre la laguna. Los hombres se sientan a desayunar disfrazados de chóferes, maleteros, barrenderos. Mastican sin prisa. Murmuran en su lengua natal; a mis oídos, parece como si declamaran bellas poesías. Son los hijos de una cultura exquisita, los herederos de los compositores de prodigiosos calendarios astronómicos y de una arquitectura equiparable con la griega y la romana durante su esplendor.
Algo grande sucederá Don Crisanto aguarda dentro del cenote. Le reza a la Madre Tierra y al Padre Cielo mientras despierta su vela y su sahumerio. El sol penetra con esfuerzo la caverna seca, así como lo están haciendo las raíces de la selva en nosotros. Una ofrenda de flores para los aluxes reposa sobre las estalagmitas. Y la poza de agua pareciera el umbral a Xibalbá. Don Crisanto también le reza a la Virgen María mientras me hace una limpia. Me mira a...
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