Patrícia Soley-Beltran: Una modelo con gafas de intelectual
| Autor | Beatriz de León |
De niña, la catalana Patrícia Soley-Beltran soñaba con ser una princesa o un hada buena, alta, rubia y de ojos azules, como las de los cuentos y las películas de Disney.
Más tarde, se debatía entre el deseo de ser irresistiblemente seductora como la actriz Rita Hayworth, o aguda y penetrante como un intelectual francés, de esos que aparecen en la tele y dejan al público boquiabierto con su inteligencia.
Nacida en Barcelona en los años 60, como señala en su biografía, Soley ingresó en la adolescencia al modelaje, en el que conoció desde la pasarela los claroscuros de una profesión rodeada de mitos y clichés, un mundo que abandonó en busca de los derroteros de la inteligencia.
Soley, licenciada en historia cultural por la Universidad de Aberdeen, doctora en sociología del género por la Universidad de Edimburgo, autora de varios libros, catedrática y ganadora del más reciente Premio Anagrama de Ensayo, hoy ríe cuando se le pregunta cómo ha logrado armonizar en su vida a "Rita" y al "intelectual".
-¡Ja ja, es cierto que se llevan bien ahora! Se han armonizado con base en analizar por qué socialmente se asocia la feminidad con el cuerpo y la emoción, y la masculinidad con la mente y la razón. Ahora sé que el ser humano, hombre o mujer, abarca todos esos aspectos y muchos más; no tengo por qué escoger entre unos u otros para ser una mujer "femenina". También sé que estas divisiones conceptuales las creamos los propios seres humanos y que podemos hacerlo de otro modo si nos parece más justo. Pero averiguarlo ha sido un largo proceso lleno de divertidas peripecias.
Y esas peripecias vividas en los 80 las cuenta en su libro ¡Divinas! Modelos, poder y mentiras, Premio Anagrama de Ensayo 2015 y que comienza a circular en México.
Dotado con 8 mil euros, el premio es uno de los más reconocidos galardones en lengua española. Creado en 1973 por Editorial Anagrama, en su lista de ganadores figuran escritores de la talla de Carlos Monsiváis, Sergio González Rodríguez, Luis Goytisolo, José Ovejero, Vicente Verdú, Soledad Puértolas, José Antonio Marina o Fernando Savater.
Para el jurado del premio, Soley logra desentrañar los mecanismos globales de la pasarela y combinar su experiencia personal con el estudio sociológico del cuerpo.
"¡Divinas! evidencia el contraste entre el auténtico backstage de la moda y sus atractivas imágenes", señalaba el dictamen.
EL HORROR DE LA BELLEZA
"¿Te acuestas con tus clientes?", así, directo, le disparó la pregunta una reportera durante una entrevista en 1982, narra Patrícia Soley-Beltran en su libro.
Ella contestó que el trabajo de modelo no consistía en servicios sexuales y que ninguna empresa se juega una campaña millonaria porque alguien desee acostarse con una o un modelo.
Sin embargo, la nota apareció en la revista Actual firmada por otra persona, Lidia Falcón, abogada y presidenta vitalicia del Partido Feminista Español.
Para Soley, no sólo se ha asociando la belleza y la sexualidad femeninas con la deshonestidad, sino también con la falta de inteligencia y la alienación. Y aquella nota coordinada por Falcón hacía eco de ambos clichés.
En aquel artículo, las modelos eran descritas como estúpidas muñecas, caperucitas hechizadas por su propia imagen y la admiración pública, inconscientes de los "peligros" de la profesión. Además, se sugería que cobraban por mantener relaciones sexuales con sus clientes.
"Extrañamente, en la calumnia de Falcón el pequeño piano de mi familia y las fotos de un viaje que hice a Nueva York eran citados como prueba de los beneficios obtenidos mediante mis supuestas actividades sexuales", señala en el libro.
Las autoras de la revista se habían servido de nombres, fotos y...
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