La Paz, Baja California Sur: Su nombre lo dice todo

AutorIvett Rangel

Enviada

LA PAZ, Baja California Sur.- En el nombre lleva la penitencia, si así se le puede considerar a la personalidad serena de esta ciudad frente al Mar de Cortés. El vaivén calmo de las olas, la sencillez de sus habitantes y el aire que acaricia en cada atardecer señalan, sin dudar, de que se trata de La Paz.

El encanto de la capital sudcaliforniana vive en sus playas, de hecho por el ritmo de sus aguas, se le bautizó con ese nombre.

A cinco kilómetros, sobre la Carretera Transpeninsular, esos rincones de mar y arena se presentan como en desfile mostrando sus cualidades particulares.

Unas playas ofrecen desde servicios de restaurante hasta renta de equipo especializado para realizar actividades acuáticas como esnorquel o windsurf, o espacios para estacionar casas rodantes; otras en cambio presumen únicamente su naturaleza inmaculada. Tentaciones varias, imposible resistirse.

El Tesoro, Pichilingue, El Tecolote, Caimancito, El Coyote, Corumel, La Ventana Y El Sargento... Algunas, además, tienen vistas espectaculares de las islas de La Partida, Espíritu Santo y Cerralvo.

De este desfile playero, Balandra seduce con su paisaje puro, libre de cualquier infraestructura, aunque esto es sólo cuestión de tiempo. Ya hay planes para construir un hotel en los próximos cinco años. Mientras tanto, no queda más que disfrutar de este lugar como es. Así ha sido hasta ahora.

Esta playa, a 27 kilómetros de la urbanización, se distingue del resto por su hongo, una piedra que se ha convertido en el símbolo de La Paz: El Hongo de Balandra.

Balandra no tiene olas, su sabor salado es lo que recuerda su relación con el mar. Balandra parece una laguna de agua cristalina cuyo profundidad no rebasa los dos metros.

Aquí el tiempo se detiene. El silencio incita a la reflexión. Los pensamientos fluyen con tranquilidad.

No hay donde resguardarse del sol, no hay donde comprar comida, no hay donde rentar sillas, sólo estás tú entre el cielo y la tierra.

Pero esta es La Paz, un lugar simple con cielos que se encienden cada atardecer y convidan esa calidez a un desierto que comparte escenario con el océano.

El malecón es otro punto ideal para disfrutar de ese paisaje. Por el Paseo Álvaro Obregón se camina lento mientras se admiran las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR