Pelea discapacitado derecho a decidir

AutorHenia Prado

Ricardo Adair toma el celular y lo raspa insistentemente con su dedo índice. Un minuto después hace lo mismo con su gafete, con una carpeta y con la mesa. Padece el síndrome de Asperger.

En un intento por protegerlo, a punto de alcanzar la mayoría de edad, su familia interpuso un juicio de interdicción para nombrarle un tutor.

En 2011, ya con asesoría legal, el caso ha llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues los familiares han recurrido a una demanda de amparo -única en su tipo en la historia del País- para revocar la tutoría a Ricardo y que pueda tomar sus propias decisiones jurídicas.

Adair es uno de los 3 a 7 niños de cada mil en el mundo que nace con Síndrome Asperger. Un mal procedimiento médico al nacer provocó que se le fracturara la clavícula y no respirara de inmediato, lo que ocasionó daños irreversibles en el cerebro.

Este joven de 24 años de edad no distingue emociones, es hiperlógico, rutinario, poco flexible y se le dificulta la interacción social, además tiene episodios disruptivos que le hacen estar inquieto y jugar las manos todo el tiempo.

"El primer año de vida, prácticamente sobrevivió", relata Leticia Robles, madre del joven.

Asimismo, señala, fue sometido a múltiples exámenes, revisiones de psicólogos, neumólogos, gastroenterólogos, oculistas. Incluso le diagnosticaron retraso mental.

No obstante, a los 17 años de edad, los médicos se dieron cuenta que Adair tenía una memoria superior a la convencional y que destacaba su capacidad de razonamiento matemático.

Tras la decisión familiar de ponerle un tutor, se dieron cuenta que la tutela establecida en el Código Civil del Distrito Federal es contraria a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas firmada por México, y que no propicia opciones de desarrollo pues sólo anula derechos.

"Te limitan dónde y con quién vivir, si una persona quiere casarse y el tutor no quiere o no le cae bien la persona, no se casan. Si quiere vivir solo en su casa y el tutor dice no, el interdicto no puede hacerlo. Te quitan tu capacidad jurídica y derecho a decidir", explicó Adair quien estudió la carrera técnica en alimentos y bebidas en la Universidad Anáhuac y actualmente trabaja en el Museo Soumaya proporcionando información al público.

El joven tampoco puede adquirir bienes, obtener una licencia para conducir, firmar...

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