Pemex en la mira de Fox: Cuando el petróleo no alcanza...

AutorClaudia Ramos

Vicente Fox va a necesitar mayores recursos que los ingresos de Petróleos Mexicanos para cumplir su oferta de campaña más publicitada en las últimas semanas: garantizar con la industria petrolera un presupuesto fijo y a la alza para educación, salud, ciencia y tecnología.

De hecho, va a necesitar más del 50 por ciento de financiamiento adicional para cubrir únicamente lo que el gobierno actual ya gasta en estos rubros.

Necesitará también más tiempo que el sexenio reglamentario para transformar a Pemex en una empresa competitiva y que genere mayores dividendos, de la manera en que piensa hacerlo: convertirla en dos o tres empresas públicas de mercado, cada una con un 49 por ciento de inversión privada y el 51 por ciento en manos del Estado.

Necesitará igualmente convencer a los sectores social, económico y político del país de la urgencia de reestructurar la industria petrolera, de modificar su régimen fiscal y de ampliar el número de contribuyentes a nivel nacional para hacer posible el proyecto.

Por último, necesitará generar un amplio consenso para ir a contracorriente de la tendencia en la industria petrolera global, que consiste en unir a las grandes empresas del sector para aprovechar la tecnología de punta, en lugar de desmembrarlas.

Todo lo anterior, de acuerdo con las cuentas oficiales de Pemex, las estadísticas de finanzas y deuda pública de la Secretaría de Hacienda, el análisis de los economistas Rogelio Ramírez de la O (consultor de inversionistas extranjeros) y Mariano Ruiz-Funes (socio director del Grupo de Economistas Asociados), y de la propia propuesta del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio, detallada en nombre del equipo de campaña por Fausto Alzati.

Reestructuración y reforma fiscal

En un spot que se transmitió del 17 de marzo al 2 de abril, Fox prometió a los mexicanos que sacará de Pemex "las manos de los políticos", que contratará a los "más capacitados profesionales mexicanos" para que la dirijan y que las ganancias del Pemex reestructurado se destinarán "íntegramente a educación, salud, ciencia y tecnología".

Su idea es llegar, al sexto año de gobierno y nada más en educación, a "más del 8 por ciento del Producto Interno Bruto anual", como lo recomienda la UNESCO.

¿Cómo se logrará esto? Con la reestructuración de la industria petrolera del país en empresas públicas de mercado, en las cuales el Estado conserve el 51 por ciento de las acciones y el 49 por ciento restante se abra a la inversión privada, y con la reforma fiscal integral, asegura Fausto Alzati.

Designado por el equipo de campaña foxista para desarrollar la propuesta sobre Pemex, el ex secretario de Educación no da, sin embargo, estimados de a cuánto ascenderían los ingresos adicionales de la industria petrolera reestructurada ni cuánto ingresaría de manera adicional por la reforma fiscal.

"No le doy cifras porque las cifras reales de Pemex no se conocen. Los políticos han hecho privada la información que debería ser pública. Y la información que se da no me la creo", justifica Alzati.

No obstante, en materia fiscal Fox ha propuesto pasar del 10 por ciento del PIB que, según sus propios cálculos, actualmente obtiene el gobierno federal por la recaudación de impuestos (en realidad es del 11.3 por ciento), hasta llegar al 16 por ciento. Es decir, incrementar 6 puntos porcentuales del PIB la recaudación.

A falta de cifras estimadas por el equipo foxista en lo que se refiere a la reestructuración de la industria petrolera, para efectos de este reportaje se parte de los recursos que actualmente aporta Pemex al gobierno federal, según la Secretaría de Hacienda.

Cifras que no cuadran

Las cuentas oficiales y el análisis de los economistas, sin embargo, reportan que el dinero de Pemex e incluso los excedentes de una reforma fiscal integral no alcanzan para hacer lo que se propone el candidato de la Alianza por el Cambio.

De acuerdo con los reportes de la Secretaría de Hacienda, los ingresos que la paraestatal aportó en 1999 a los ingresos del gobierno federal, por medio del pago de derechos e impuestos, fueron de 128 mil millones de pesos.

En el mismo año, el gobierno gastó 269 mil 800 millones de pesos en educación, salud, ciencia y tecnología.

Es decir, si los ingresos de Pemex cubrieran los gastos en estos rubros, faltarían 141 mil millones de pesos (el 52 por ciento) para completar lo que actualmente se gasta.

Ahora, si el país contara actualmente con una reforma fiscal integral, a partir de incrementar el número de contribuyentes, los ingresos adicionales no pasarían del 2 por ciento del PIB, de acuerdo con Ramírez de la O.

"Realistamente, la reforma fiscal integral no da para más del 2 por ciento del PIB adicional a lo actualmente registrado como ingreso tributario, que es del 11.3 por ciento, aún incrementando en un 50 por ciento la base gravable con la economía informal.

"Pero esos dos puntos porcentuales del PIB dentro de la recaudación ya están requeridos. Cuando menos un punto irá para el Fobaproa. Y el otro para ver quién lo gana, entre desarrollo del sureste, educación y tecnología, infraestructura y gasto social", advierte.

Ese 1 por ciento del PIB que se pudiera destinar a educación, salud, ciencia y tecnología representa 46 mil 230 millones de pesos.

Es decir, si a los 128 mil millones de pesos que aporta Pemex al...

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