Perciben un retroceso en derechos humanos

The New York Times

La elección de Vicente Fox como Presidente de México hace tres años fue un momento eufórico, señalando el final de siete décadas del arbitrario gobierno de un solo partido. Con tan altas expectativas, cierta desilusión era inevitable. Sin embargo, pocos hubieran predicho el alto grado de desilusión que recientemente se ha apoderado del País, reflejado en el desastroso desempeño del partido de Fox en las elecciones de este verano.

Fox se ha visto perjudicado por circunstancias que están más allá de su control, como el dominio que ejerce la oposición sobre el Congreso, la anémica economía de Estados Unidos y los temores migratorios de Washington tras el 11 de septiembre. Más difícil de excusar es su propio esfuerzo cada vez más débil por perseguir reformas crucialmente necesarias. Un ejemplo revelador es el área de los derechos humanos.

Establecer el principio de responsabilidad ante la sociedad, así como el imperio de la ley, fue uno de los temas de campaña de Fox. Puesto que su partido nunca antes había ocupado la Presidencia, estaba libre de tener que proteger a ex funcionarios para brindarles protección y que no tuvieran que responder por los graves abusos a los derechos humanos que han manchado la reciente historia mexicana.

Entre éstos se incluye la tortura sistemática de la Policía, las desapariciones por motivos políticos y una masacre de manifestantes estudiantiles perpetrada por el Ejército antes de los Juegos Olímpicos de 1968 en la Ciudad de México.

Fox empezó con valor, desclasificando años de archivos secretos de la Policía y nombrando un fiscal especial para investigar a los violadores de los derechos humanos. También firmó una pionera ley sobre el...

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