Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

Tipos de cambio y paradigmas

Una de las clasificaciones más utilizadas del cambio social y organizacional es la que parte de dos variables que, al cruzarse, dan origen a cuatro modalidades del cambio. Las dos variables son la velocidad (rápidos y lentos) y la magnitud (superficiales y profundos). La velocidad tiene que ver con el plazo, corto o largo, en el que se produce el proceso, y la magnitud con qué tan de forma o de fondo son las transformaciones que se dan en él.

De esta manera, puede haber cambios rápidos y superficiales, lentos y superficiales, rápidos y profundos, y lentos y profundos. Los rápidos y superficiales son todos esos ajustes que se dan sobre la marcha, que responden a necesidades del momento, que no impactan mayormente ni a las personas, ni a los procesos, ni a los productos y servicios, y que no requieren, la mayoría de las veces, de una planeación muy sofisticada para llevarse a cabo. Uno de los nombres con los que se conoce a este tipo de cambios es "hojalatería", y generalmente se realizan para lograr pequeñas mejoras o para solucionar problemas de poco alcance.

Los cambios lentos y superficiales han adquirido una gran popularidad en las organizaciones durante los últimos años, ya que en ellos se inserta el concepto de "kaizen" o mejora continua: "hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy". También se les llama "incrementales" o de "tipo 1", o "evolutivos", a los cambios que caen en esta categoría. Hay quienes consideran que este tipo de transformaciones buscan obtener como resultado final, más (o mejor) de lo mismo. Con esto describen una característica fundamental de los cambios clasificados como superficiales: siempre se dan dentro del paradigma existente.

Es indudable que los cambios incrementales son muy importantes, y que el papel que juegan en el desarrollo de las sociedades y de las organizaciones es crucial, ya que sin ellos se produciría un estancamiento. La tecnología (de producción, administrativa y de información) ha tenido mucho que ver con estos procesos de mejora continua.

En lo que toca al factor humano, una buena parte del desarrollo de competencias cae en este apartado, ya que persigue que las personas incrementen sus conocimientos, mejoren sus habilidades (o adquieran nuevas) y se preparen para que su desempeño, y por ende sus resultados, se superen constantemente.

Las tres "erres" Sin embargo, en el entorno actual, el "más (o mejor) de lo mismo" puede ser muy peligroso, porque, al no salirse del...

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