Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

APRENDER

Uno de los temas centrales que tienen que ver con el desarrollo humano es, sin duda, el del aprendizaje. Si las personas no tuviéramos esta capacidad, no podríamos ya no solo crecer, sino incluso sobrevivir.

Es mucho lo que se ha investigado y dicho sobre lo que significa aprender, de manera que las diversas contribuciones a este campo nos han acercado poco a poco a entender mejor el concepto, y a darnos cuenta de su enorme riqueza y complejidad.

Por un lado, no se puede negar la contribución del conductismo, y especialmente de B.F. Skinner, quien descubrió la importancia que juegan los reforzadores para lograr que se de un cambio en el comportamiento de las personas.

Este psicólogo hizo hincapié en el papel de los premios en el arraigo de las conductas deseadas, y señaló que, cuando estos estímulos positivos se dan de manera intermitente, es decir, sin seguir un patrón determinado, resultan más efectivos. También descubrió que el castigo no es el mejor medio de aprendizaje, ya que sus efectos ni son duraderos ni son profundos.

Puede decirse que lo que destaca el conductismo es el rol que desempeña la experiencia en el proceso de cambio conductual. No solo hablamos de la feria dependiendo de cómo nos va en ella, sino que también actuamos en función de eso.

Mucho de lo que ahora se hace en las organizaciones en materia de bonos, incentivos, comisiones y compensación variable, tiene su antecedente, y su soporte, en lo que Skinner aportó al conocimiento del aprendizaje.

Sin embargo, no debemos caer en la trampa de pensar que aprender es solo un asunto de reforzadores (o de condicionamiento operante, como él le llamó a esta forma de lograr el cambio conductual). Las personas tenemos otras maneras de hacerlo, que van más allá del palo y la zanahoria.

Cambiar para mejorar

Lo que sí se puede aceptar es que el aprendizaje implica un cambio relativamente permanente en el comportamiento de las personas; esto significa que aprender no consiste simplemente en llenar la cabeza de información, o en memorizarla solo para ser capaces luego de repetirla sin ton ni son. Aprender debe llevar al cambio, y concretamente a la mejora.

Entonces, cuando se relaciona el aprendizaje con la información es porque esta última se utiliza para algo que finalmente va a contribuir a que la persona que la adquiere se beneficie con ella. El beneficio puede ser externo (como el desarrollo de una habilidad) o interno (como el mejoramiento de la capacidad reflexiva...

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