PERFILES Y RASGOS

AutorHoracio Andrade

MODELOS MENTALES

Una de las causas que con más frecuencia generan conflictos disfuncionales entre los seres humanos, desde una escala interpersonal hasta una internacional, es la pretensión de que la verdad tiene dueño.

Cuando se piensa que solo una de las partes puede tener razón, cada quien se enfunda en su armadura, toma su espada y arremete contra el otro, enfrascándose en una lucha en la que el único resultado posible es que en el campo de combate termine habiendo un vencedor y un vencido.

De alguna manera, desde pequeños se nos ha inculcado la creencia de que la vida está constituida por una serie de polaridades irreconciliables, de blancos y negros, de extremos que no se tocan, y esta visión maniquea de la realidad descarta de entrada a la posición contraria a la que uno tiene.

Cada quien interpreta las cosas de acuerdo a sus modelos mentales, a su propio marco de referencia, que en lugar de abrirle posibilidades nuevas, lo mantiene encerrado en la prisión de sus ideas. Muchas personas son fortalezas impenetrables que se resisten no solo a aceptar, sino hasta a escuchar, argumentos que no corresponden a sus creencias.

Ciertamente, los modelos mentales proporcionan una zona de seguridad y de confort, porque nos explican cómo son y funcionan las cosas en un mundo al que, sin ellos, probablemente no se le encontraría mucho sentido: clasifican la información que se recibe, le asignan un significado y dan la sensación de caminar sobre tierra firme. En otras palabras, reducen el grado de incertidumbre.

Sin embargo, también resultan contraproducentes cuando se les cierran puertas y ventanas, cuando aíslan a la persona en vez de abrirla a esa realidad en la que está inserta. Entonces el modelo mental se vuelve dogma, y la persona se convierte en el inquisidor dispuesto a mandar a la hoguera a cualquiera que se atreva a desafiarlo.

Muy distinto sería todo si pudiéramos ver escalas de grises ahí donde generalmente vemos blancos y negros; si entendiéramos que un modelo mental es muy útil para dar cierto orden al caos, pero que se vuelve muy peligroso cuando ese orden se convierte en rigidez.

Lo que ves no es lo que es

Tenemos que asumir que, por diferentes motivos, una cosa es la realidad y otra la manera como la interpretamos. No solamente estamos limitados por nuestros sentidos, ya que su umbral de captación es sumamente reducido (sólo el 1 por ciento del espectro de ondas electromagnéticas), sino también por lo que hemos aprendido de nuestra...

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