PERFILES Y RASGOS

AutorHoracio Andrade

EQUIPOS EFECTIVOS

A pesar de que las organizaciones están constituidas por equipos de diferentes tipos (naturales, de proyecto, de mejora y comités, por citar solo algunos), más que por personas aisladas, muchas veces no se desarrollan en sus integrantes las competencias necesarias para trabajar con otros, lo que trae como consecuencia que los resultados esperados no se alcancen, y/o que el clima no sea el idóneo para fomentar el compromiso, la motivación y la participación en quienes forman parte de ellos.

Son varios los factores que hacen que un equipo sea efectivo, pero sin duda, cinco de ellos son especialmente importantes: el espíritu de equipo, la colaboración, la comunicación, la actitud y la información. Cuando se lleva a cabo un diagnóstico inicial conviene tomarlos en cuenta para ver de qué manera están funcionando y cuáles son las áreas de oportunidad y de mejora sobre las que hay que trabajar.

El espíritu de equipo es el grado en el que quienes lo integran tienen un sentido de pertenencia: qué tanto se ven y se sienten como un equipo, conocen y están identificados con una visión compartida, confían unos en otros, consideran los intereses y necesidades de los demás tan importantes como los propios, y trabajan pensando en el beneficio común.

Cuando no se tiene este espíritu, es prácticamente imposible pretender que el desempeño grupal corresponda a las expectativas, porque cada quien verá por sí mismo y no por el objetivo que juntos tienen que alcanzar.

La colaboración es un ingrediente esencial, porque está relacionada con la disposición a aportar lo que cada uno tiene en beneficio del equipo y de sus resultados (información, tiempo, recursos diversos), y con el interés por los demás. Esto requiere de una actitud empática para conocer las necesidades de los compañeros y del grupo, y de un genuino deseo por contribuir a su satisfacción.

Resulta obvio que el espíritu de equipo y la colaboración están estrechamente relacionados: cuando no existe el primero, no puede darse la segunda. En ambos casos es necesario que las personas sustituyan el "yo" por el "nosotros".

Escucha y asertividad

El tercer factor, la comunicación, es el que hace que las personas se entiendan y se den a entender por medio de la escucha activa y la asertividad. Una de las características propias de un equipo es el hecho de que con frecuencia sus integrantes tienen distintas formas de ver las cosas, lo que genera diferencias y conflictos. Esto de ninguna manera...

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