PERFILES Y RASGOS
| Autor | Horacio Andrade |
PROCESO SOCIAL COMPLEJO
El hecho de que los seres humanos nos comuniquemos prácticamente desde antes de nacer (no podemos negar que el futuro bebé y la madre que lo cría en su vientre intercambian mensajes constantemente) nos hace creer que esta habilidad, la de comunicarnos, no requiere ser desarrollada. Pensamos que es ya parte del "software" que traemos preinstalado, y que sólo necesita ser activado.
Nada más lejos de la verdad. La comunicación es uno de los procesos sociales no solamente más importantes, sino también más complejos. Importante, porque gracias a ella los seres humanos podemos enviarnos una enorme cantidad de mensajes, dar a conocer a los demás nuestras opiniones y sentimientos y conocer los de ellos, coordinarnos para la realización de tareas que tenemos que hacer en común, proporcionar y recibir retroalimentación, y transmitir conocimiento, entre otras muchas funciones.
Complejo, porque la cantidad de variables que entran en juego en él, y las múltiples interacciones que se dan entre todas ellas, hace que muchas veces lograr la comunicación efectiva sea una tarea difícil. Si desglosamos los elementos relacionados con el acto de comunicarse, podremos ver con más claridad el por qué de esta dificultad.
En primer lugar, en una situación de interacción (en la que estamos físicamente presentes), las personas intercambiamos mensajes de manera simultánea; de esta forma, no hay emisores y receptores, sino emisores-receptores y receptores- emisores, porque no hay un sólo canal de comunicación, sino varios, que en términos amplios se podrían clasificar como verbales y no verbales. Al mismo tiempo que enviamos información por todos ellos, también la recibimos.
En segundo lugar, en el proceso comunicativo se intercambian varios mensajes, porque la comunicación tiene dos "niveles": el de contenido y el de relación. El primero se refiere a lo que se dice, por lo que generalmente se asocia al lenguaje verbal, mientras que el de relación tiene que ver con la actitud de cada interactuante hacia el otro (aceptación o rechazo, agrado o desagrado) y con las emociones que esta actitud genera (alegría, enojo, simpatía o antipatía).
Entonces, tan importante es lo que se dice como la forma de decirlo, lo que incluye al lenguaje corporal (por ejemplo, la otra persona puede mandarme el mensaje "no vuelvas a llegar tarde" a través de la palabra, y "estoy enojado contigo", a través de la entonación y de la expresión facial).
Un filtro perceptual
En...
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