PERFILES Y RASGOS
| Autor | Horacio Andrade |
TIEMPOS DIFÍCILES
Los tiempos que nos ha tocado vivir no son fáciles. Son muchas las variables de carácter político, económico, social, tecnológico y hasta físico que convergen para dar como resultado una especie de "tormenta perfecta", de la que solo podremos salir si tomamos buenas decisiones y mantenemos el control del timón, pese a la furia de los vientos.
Se discute mucho si estamos inmersos en una crisis, o si este término solo se puede aplicar a situaciones específicas que se dan en un momento determinado, y no en forma permanente.
Conviene recordar que la palabra "crisis" tiene su raíz etimológica en el término griego krísis, que significa decisión, o juicio. La Real Academia Española la define de varias maneras: "cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente"; "mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales"; "situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese"; "momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes"; "juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente"; "escasez, carestía", y "situación dificultosa o complicada".
Lo que está pasando hoy en día en el mundo y en nuestro país puede ser calificado como una crisis porque encaja con varias de las acepciones dadas en la definición de la RAE. En los últimos meses se han vivido acontecimientos en los ámbitos político y económico que, para rescatar el sentido original de la palabra, van a requerir tanto de juicios, para entender el significado y dimensión reales de lo que está ocurriendo, como de decisiones, para tomar el mejor curso posible de acción posible.
Las organizaciones no son ajenas a estas circunstancias cambiantes, porque lo que sucede en su entorno las afecta directa o indirectamente. Por esta razón es importante que evalúen de manera objetiva los acontecimientos y lleven a cabo ejercicios de prospectiva para determinar, ante cada escenario posible, cuál sería la decisión correcta.
Ahora bien, no hay que olvidar que las organizaciones están formadas por personas, y que son estas últimas las que asumen determinada actitud ante los cambios y ante las crisis. Esta actitud, por su parte, condicionará el tipo de respuesta que tengan y su efectividad para salir adelante exitosamente.
Hechos y percepciones
Actualmente hay una marcada tendencia a distinguir entre el hecho, es decir, lo que...
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