Personifica violencia
| Autor | Silvia Isabel Gámez |
En junio de 2007, Rosa María Robles inauguró Navajas en el Museo de Arte de Sinaloa. Una de las piezas, Alfombra roja, incluía ocho cobijas que habían envuelto a personas asesinadas por el narcotráfico. Para evitar riesgos, el museógrafo montó la exposición por la mañana, horas antes de la apertura. "Poca gente o casi nadie se dio cuenta. La PGJ se apareció a los 20 días".
Una vez que los agentes retiraron las cobijas, comenzaron los interrogatorios. Desde entonces, dice, la tienen ubicada. "No puedo tener ningún contacto con la autoridad, lo que consiga debe ser clandestinamente".
Así fue como obtuvo la "cobija auténtica de persona asesinada" en Sinaloa que da unidad a los autorretratos El Ángel de la Independencia y La Piedad, que mañana expone en el Ex Teresa Arte Actual (Lic. Verdad 8, Centro Histórico), a las 18:30 horas, bajo el título La rebelión de los iconos.
Por su carga religiosa, explica Robles, la Capilla del Señor de Santa Teresa resulta el mejor escenario para estas obras, un monumento urbano y una escultura clásica reinterpretados bajo el contexto actual de violencia.
Desde un extremo de la nave, El Ángel de la Independencia apunta con su arma a La Piedad, a cuyos pies se proyectan las imágenes de 365 ejecutados en Culiacán, uno por cada día del año, captados por su "camarada" Fernando Brito, reconocido este año por el World Press Photo. Un manto blanco une las piezas y pone también en la línea de fuego a quien lo pisa.
Renacimiento, la imagen que muestra a la artista emergiendo de un retrete como una moderna Venus de Botticelli, envuelta en una cobija ensangrentada y mostrando en las manos un par de ojos humanos, inició en 2007 la serie de autorretratos, parte del proyecto Navajas.
Vegetariana desde hace 25 años, Robles goza de tan buena salud que en la inauguración presentará un performance en el que llenará un cáliz con su sangre, que luego derramará sobre un manto colocado en el altar de la capilla, para denunciar la "relación canija" que tiene la Iglesia católica con el narco.
"Dime si no es patético que después de asesinar y hacer sus negocios ilícitos, los narcos manden construir una capilla para ganarse el perdón. Pasa lo mismo en los cementerios, los mausoleos son tan grandes que podrías vivir dentro".
Antes de Navajas, a Robles se la conocía como la "escultora de los troncos". Nada que ver aquellas obras talladas en madera, de aliento ecológico, con las de ahora, hechas con sangre, cobijas, consoladores y restos...
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