Pervive Frida en Coyoacán

AutorLourdes Zambrano

No importa el día de la semana. En la esquina de Londres y Allende, en el corazón de Coyoacán, suele haber filas afuera de una casona cuyo color la delata.

El Museo Frida Kahlo, o la Casa Azul, es un polo de atracción para nacionales y extranjeros que en 2017 alcanzó su cifra máxima de visitantes: 520 mil, lo que lo ubica como el quinto recinto museístico más visitado de la Ciudad de México.

Es martes al mediodía, un día flojo, y hay filas en ambos lados de la entrada. Están formadas familias enteras; se ven niñas con tocados de flores en el cabello y mujeres con huipiles o playeras que reproducen la de la pintora, y teléfonos y cámaras por doquier.

Con los años, el recinto pasó de ser una casa-museo como tantas otras que hay en el País a convertirse en un punto obligado de visita.

"Las personas se emocionan: nos lo dicen, lo escriben. Se ponen a llorar, se ríen, se quedan, se regocijan", dice Ximena Jordán, coordinadora de proyectos del recinto.

En la última década, asegura, hubo un crecimiento exponencial en el número de visitantes.

La fridomanía estalló internacionalmente en los 80 tras la aparición de diversas biografías sobre la artista, especialmente la publicada por Hayden Herrera en 1983.

Otros momentos importantes fueron el estreno, en 2002, de la producción hollywoodense Frida, protagonizada por Salma Hayek; la retrospectiva de 2005 en la Tate Modern de Londres y el homenaje nacional que en 2007 tuvo la artista en el Palacio de Bellas Artes por el centenario de su nacimiento.

Y hoy, al año, hay por lo menos tres exposiciones de ella en el mundo.

Esa presencia, a decir de Jordán, se refleja en el interés creciente de los visitantes por la Casa Azul.

"El incremento sostenido empieza en 2005. El incremento exponencial es desde 2010-2011. Anualmente, el conteo empezó a crecer en 20 por ciento por año, un 30 por ciento por año", comenta.

En 2002 se recibieron 120 mil visitantes. Para 2015, 320 mil, y el año pasado se superó el medio millón.

Hoy su tope de visitas por día es de 2 mil 200, que se alcanza normalmente los fines de semana.

El reto al que se enfrentan, señala Jordán, es ofrecer una buena experiencia y, al mismo tiempo, ser estrictos en materia de conservación.

El museo, que fuera hogar de Kahlo, abrió hace 60 años obedeciendo al deseo expreso de la propia artista antes de morir, en 1954, y que Diego Rivera, su esposo, se encargó de cumplir, aunque falleció un año antes de verlo concretado. El muralista, sin embargo, apoyado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR