Pierde Cuba vínculo Iglesia-Estado
| Autor | Yolanda Martínez |
REFORMA/Cuba
LA HABANA.- Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Cuba en enero de 1998, su mensaje conciliador pareció suavizar las históricas discrepancias que minan las relaciones de la Iglesia católica cubana con el Estado socialista vigente en la isla.
La aparente aceptación de la propuesta papal para una apertura de Cuba al mundo y del mundo a Cuba dejó un pequeño saldo favorable en ambas instituciones. La imagen internacional del Gobierno cubano salió beneficiada y la Iglesia logró que las procesiones católicas volvieran a ser públicamente permitidas, y que fuera feriado en todo el país el día de Navidad.
Pero hoy, cinco años después de aquella visita del Papa, los Obispos cubanos denuncian un proceso de revisión que frustra las aspiraciones de pluralismo, tolerancia y apertura que se vislumbraron en el horizonte nacional.
"Nuestra presencia sigue estando muy limitada en el campo educativo y en los medios de comunicación", declaró el Cardenal cubano Jaime Ortega Alamino.
Tras el encarcelamiento de 75 disidentes y el fusilamiento de los tres secuestradores de un transbordador con pasajeros abordo, en abril, las altas jerarquías eclesiásticas y sus fieles mostraron de nuevo aquí su oposición a la política gubernamental.
"Hasta el Santo Padre envió un mensaje a Castro en el que manifestaba su dolor por las muertes de los tres jóvenes y pedía clemencia para los presos políticos", recuerda Osvaldo Payá, líder del cubano Movimiento Cristiano de Liberación.
Para este conocido opositor, el régimen ha impuesto a los creyentes cubanos una relación basada en concesiones y no en el respeto a sus derechos.
"A mi, lo primero que me ha enseñado la Iglesia católica, a la que pertenezco desde la cuna, es a ser un hombre libre, por lo que siempre he reclamado el derecho de los cristianos a expresar su fe y sus ideas pacífica y libremente", declaró Payá.
En esta misma línea, en septiembre los Obispos difundieron una Instrucción Teológico Pastoral de 14 páginas, titulada "La presencia social de la Iglesia", que sienta las premisas básicas para el diálogo constructivo en la libertad religiosa entendida como algo mucho más abarcador que la libertad de culto; el compromiso del pueblo cristiano con la reconciliación nacional; y la recuperación de la esperanza, que de modo progresivo, sentimos decrecer en nuestro pueblo, sobre todo entre los jóvenes.
Una de las principales preocupaciones reflejada en la Carta Pastoral es que a partir de la visita del Papa, se ha...
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