Pierden batalla ecológica

AutorEnrique I. Gómez

LERMA.- Tras 20 años de contaminación, el Gobierno mexiquense reconoce que ya es prácticamente imposible recuperar el ecosistema original del Río Lerma. A lo mucho, para el 2020 esperan contar con un cauce de aguas tratadas que en tiempo de estiaje canalizará 3 mil litros por segundo, 17 mil menos que hace medio siglo.

El caudal del Lerma nace en la laguna de Almoloya del Río, Edomex, y termina en Chapala, Jalisco, luego de atravesar Querétaro, Guanajuato y Michoacán.

En tierras mexiquenses tiene una longitud de 175 kilómetros, pero desde sus primeros 5 kilómetros comienza recibir agua contaminada de diversas zonas industriales y habitacionales.

Desde Tianguistenco, y los corredores fabriles Toluca-Lerma, Atlacomulco y Ocoyoacac alrededor de 200 empresas vierten sus aguas tratadas a la cuenca, y otras las desechan sin tratamiento.

El historiador Javier Romero Quiroz reseña en el Atlas Ecológico de la Cuenca Hidrográfica del Río Lerma que pese a las tareas de saneamiento, las distintas especies de ranas y patos han visto afectado su hábitat que tenían en el río, ahora convertido en un lecho por donde viajan metales pesados como cromo, cianuro, manganeso, y diversas sustancias industriales de las ramas metalmecánica, alimenticia y química.

El problema, recuerda, inició con la impericia de los ingenieros encargados de la construcción del acueducto que llevó agua al Distrito Federal, pues al dinamitar sin las precauciones necesarias, cegaron los manantiales de Almoloya del Río, donde nacía el afluente.

"Los manantiales se desecaron por la explotación del acuífero por ahí de los años 50, ahora la laguna se llena con escurrimientos superficiales de las sierras del Ajusco, de las Cruces y del Nevado de Toluca", informó José Elías Chedid, coordinador técnico de la Comisión para la Recuperación Ecológica de la Cuenta Alta del Lerma.

Tras reducirse el caudal, a principios de la década de los 60 inició la contaminación de las aguas, al registrarse un importante desarrollo habitacional e industrial en las inmediaciones del cauce.

En la actualidad, en los alrededores de la cuenca habitan 2.4 millones de mexiquenses, es decir, cerca del 20 por ciento de la población estatal.

"El Río ya no puede recuperar las condiciones que tenía antes. Aunque mejoremos sustancialmente la calidad del agua, es muy difícil que logremos tener la fauna y flora de antes; tendríamos que tener el agua fuera de cualquier contaminación", aseveró Chedid.

Los esfuerzos

En estiaje...

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