Son piezas de museo

AutorJorge López

Modas, competencia con juguetes extranjeros y nuevas tecnologías, han desplazado del gusto de los niños por los juguetes tradicionales.

Ahora los trompos, baleros, matracas, boxeadores y demás, parece que están destinados a llenar los anaqueles de museos y coleccionistas.

Figuras de madera que hacen en San Antonio la Isla, uno de los municipios jugueteros por excelencia, que ubican al Edomex entre los principales manufactureros de estos artículos, junto con Michoacán y Guadalajara, han visto mermadas su producción ante la competencia de artículos de origen asiático.

"El valor de los juguetes ha cambiado, ahora los jugueteros han tenido que trabajar más el producto, se les considera más como piezas de artesanía que como juguetes, porque antes el acabado no era tan trabajado.

"Y aún así la competencia es dura, muchos de los juguetes tradicionales ya no se hacen", afirmó Martín Mendoza, director del Museo López Mateos en Atizapán y coleccionista de juguetes típicos desde hace 40 años.

Su pasión ha reunido ya 400 piezas, las más viejas tienen 60 años, mientras que las más recientes son del año pasado, lo mismo cochecitos de lámina que en su tiempo podían adquirir niños adinerados o de madera, forman la muestra que ha visitado museos de Toluca y Texcoco.

"Para mí esto es un tesoro cultural tremendo, porque es una muestra de modas, de cosas que ya no se hacen, de cómo y con qué jugaban los niños de antes, no es por el valor económico...

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