Los Pinos en tiempos de Peña

AutorÉrika Hernández

A mediados de su sexenio, al pie de la Calzada de los Presidentes, donde 13 de sus antecesores están inmortalizados en esculturas de bronce de 2.34 metros de altura, el Presidente Enrique Peña Nieto visualizaba el final de su mandato.

"Me tocaría estar frente a Lázaro Cárdenas...", solía decir a quienes invitaba a recorrer la residencia oficial, rematando con una frase enigmática: "...muy parecidos en ideales".

Ese paseo escultórico en forma de herradura, ubicado en el ala nororiente de Los Pinos, comienza con la figura metálica del general Cárdenas, quien creó la casa presidencial en 1935 en el Rancho La Hormiga, y concluiría con la de Peña Nieto, que está por instalarse.

Con Peña también se cerrará la tradición de que el Primer Mandatario viva en esta mansión de 127 mil 951 metros cuadrados, de los cuales están construidos 24 mil 917, y cuyo valor catastral total es de mil 653 millones 780 mil 102 pesos.

Aunque, contrario a otros Jefes de Estado que hicieron de Los Pinos su casa los siete días de la semana, el ex gobernador mexiquense sólo la habita cinco, pues prácticamente todos los viernes por la tarde un helicóptero lo recoge en el helipuerto de la Residencia Oficial y, en 16 minutos, lo deja en su casa del Club de Golf de Ixtapan de la Sal, para regresar el lunes temprano.

Él mismo ha platicado que esa residencia en el Estado de México es su verdadero hogar, al que generalmente viaja solo, o con algunos de sus hijos.

Su esposa Angélica Rivera divide su tiempo entre Los Pinos, su departamento de Miami o algún viaje. Lo mismo que sus tres hijas.

En las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón se podía visitar, previa cita, el interior de Los Pinos, aunque sin ingresar a las oficinas. Con Peña Nieto, desde diciembre de 2012, se cerró el acceso, e incluso la Calzada Molino del Rey -una especie de calle entre Alencastre y Parque Lira- fue delimitada por dos casetas de vigilancia. En la época de Ernesto Zedillo, los ciudadanos podrían recorrerla a pie.

El recorrido virtual por Los Pinos, creado en el sexenio de Fox, también fue cancelado. Aunque la página oficial de la administración 2000-2006 permanece abierto, la liga que lleva al recorrido virtual no funciona.

Los edificios centrales Uno de los edificios más emblemáticos para el Presidente es la Casa Lázaro Cárdenas, denominada así porque fue la primera residencia que se construyó, en 1935.

Peña Nieto instaló su despacho en el segundo piso, al cual se llega después de cruzar un pasillo que tiene a sus costados dos salones: el Morelos, con una mesa en forma de herradura y dos televisiones planas al centro, donde recibe a funcionarios de otros países y directivos de empresas, o usa para videoconferencias con sus homólogos. Y el salón Internacional, con dos sillones, dos libreros y cuadros de paisajes mexicanos, usado para encuentros más informales con visitantes internacionales.

Al subir las escaleras, lo primero que aparece es una pintura de Peña Nieto, firmada por Carreño y obsequiada por su ex vocero, David López. Su espacio de trabajo es sobrio: hay libros empastados, tres teléfonos, pinturas de diversos periodos de la historia de México, que estaban ahí cuando él llegó, y sobresalen algunas fotos de familia, entre ellas una de su padre cargándolo cuando era pequeño.

Junto está una antesala, con más fotografías familiares y, colocados en la pared, la espada y el sable entregados por las Fuerzas Armadas como su Jefe Supremo, en febrero del 2013. Parte del mobiliario se renovó en estos cinco años.

Al salir se pueden tomar dos caminos: uno llamado Paseo de la Democracia, donde están los bustos de José...

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