Pionera en el estudio de la sexualidad

AutorGeorgina Montalvo

A sus 42 años es "madre" de miles de niños y aún quiere tener más, algo que será posible mientras siga creando programas de educación sexual infantiles.

"No tengo hijos pero sí ejerzo mi maternidad a través de la educación; trabajo con niños porque me divierten y me llenan de energía, porque me fascina ver en sus preguntas y acciones cómo se refleja el desarrollo", cuenta la psicóloga Gema Ortiz Martínez, una de las pioneras en el estudio de la sexualidad en México.

Ejercer así su maternidad ha sido igual o más complicado que como lo vive una madre biológica, pues la tarea con la que está comprometida: la de llevar educación sexual a los más pequeños, desde el inicio estuvo permeada por resistencias.

Gema vivió sus primeras dos décadas de vida en un ambiente donde se entendía la sexualidad bajo los juicios de la religión católica. En la norteña ciudad de Torreón, Coahuila, nació como la séptima de ocho hijos. Esa posición le hizo vivir de cerca algunas de las consecuencias de la falta de educación sexual de la época: embarazos y matrimonios adolescentes.

Ella, por ejemplo, debía regresar a casa a las 9 de la noche después de haber salido con su novio. "A mis 22 años así era, hasta que mi abuela (que venía de Estados Unidos a visitar a la familia) hizo que recorrieran el horario, pero en general era una familia conservadora y eso despertó mucho más mi interés hacia el tema de la sexualidad, pero ya hasta la licenciatura", comenta.

Esa misma abuela también fue quien le regaló su primer pantalón de mezclilla.

LA 'RARA'

Con esa historia y llegado el momento de la elección, Gema decidió estudiar psicología y especializarse en terapia Gestalt, siempre conservando su inquietud por los temas de sexualidad.

"La primera enciclopedia comprada con mi dinero fue de sexualidad", recuerda.

"En mi familia ya habían visto que me interesaba el tema, creo que siempre me vieron como la rara, sobre todo mi mamá, como preguntándose: 'por qué te metes en temas tan difíciles, sobre todo si hay cosas más fáciles', pero al mismo tiempo fueron muy respetuosos de las diferentes ideas y de la diversidad, aunque siempre dando prioridad a conservar la red familiar", agrega.

A pesar de que el tema de la sexualidad era tabú en su familia, Gema reconoce haber aprendido mucho en ese entorno, pues identificó ideas y actitudes posibles de modificar para lograr, en especial, un ambiente más equitativo entre hombres y mujeres, que a varios años, aún no se concreta.

"En mi...

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