Los placeres y los días / PGR: institución lamentable

AutorAndrés de Luna

Luego del caso Paulette, en el que los peritos del gobierno del Estado de México, luego de estar indagando en la recámara de la pequeña, de pronto -¡oh milagro de la naturaleza!- encontraron un bulto y ahí debajo estaba el cuerpo de la menor. Esos hechos inexplicables son los que manejan las autoridades de justicia encargados por el ahora presidente de la República.

¿Qué decir de la PGR? Una institución cuyo funcionamiento es una auténtica porquería. ¿Qué decir de los fraudes o las verdades en torno al candidato Ricardo Anaya? En primer lugar, que si existe algo por lo que se le pueda acusar, entonces que lo detengan y le finquen los cargos correspondientes. De otro modo, el ejercicio del encargado de la PGR, el abogadillo Alberto Elías Beltrán, resultan falsificaciones de una justicia en la que sólo pueden creer los zombies.

Poner las cámaras para grabar la llegada de Anaya y luego pasarlo a los medios de comunicación es una exhibición de los malos manejos de esa institución. Indigna que se haga política del peor nivel amparada por el Presidente.

Habría que repasar los hechos en que esta dependencia se ha mantenido sin investigación de ningún tipo. Una de ellas es la del caso Odebrecht, compañía brasileña con la que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, realizó operaciones a todas luces ilícitas. Una juez, Leticia Robledo, impidió que se le encarcelara al personaje y que todo quedara en meras amenazas. Todo esto en complicidad con la PGR.

Otro de los casos en los que se siente el poder presidencial detrás de las acciones es el de Rosario Robles, acusada y vuelta a acusar de desvíos millonarios de las secretarías en donde ha...

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