Plan en armonía

AutorRoberto Heras

Una escena recurrente en algunas Navidades presenta a los integrantes de una familia discutiendo por ver quién ayuda a poner el arbolito o estresados por ir a comprar los regalos. Sin embargo, esta fiesta debe ser sinónimo de armonía y paz.

Jesús Piña Ramírez, psicoterapeuta y académico de la Universidad Iberoamericana, señala que lo primero que uno debe hacer en estas fechas es preguntarse: "¿Para qué estoy celebrando?" y "¿Cuál es mi intención?". Las causas pueden ir desde un motivo religioso hasta la búsqueda de una mayor convivencia entre los integrantes de la familia.

"Si la persona tiene claro qué quiere con la Navidad, ese estrés y ese aceleramiento por los preparativos pasa a segundo término. Si tu cena es con un pollo rostizado o con un pavo es sólo una excusa para algo importante, que es compartir con la gente que amas", detalla.

"La carga emocional de la Navidad no depende del hecho sino del sentido que tú le das".

Para el especialista en relaciones en familia es importante que los padres le compartan a sus hijos un mensaje positivo sobre la festividad.

"La Navidad es el espacio en donde los seres humanos se encuentran y comparten su vida. Lo que hace esta tradición es crear un sentido de pertenencia a algo más grande que nos hace sentir protegidos y seguros", dice.

Realizar actividades relacionadas con la festividad debe ser parte de un acto familiar donde todos participen. Así, para conseguir que los hijos se involucren en la preparación de la cena o...

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