Plasma el nuevo desorden amoroso

AutorRicardo Pohlenz

Casi una debutante, la danesa Pernille Fischer Christensen resulta tan provocadora como llena de buenas intenciones con su primer largo, Mi deseo en tu piel (Dinamarca-Suecia, 2006). Sus personajes, Charlotte (Trine Dyrholm), mujer en sus treintas que ha visto fracasada su relación, y Veronica (David Denick), candidato a transexual aficionado a las telenovelas gringas, encerrados en sus departamentos, sirven como conejillos de indias para dar ejemplo de un nuevo desorden amoroso.

Tanto Charlotte como Veronica sufren de las ventajas y libertades que se viven en Dinamarca, convertidos en seres marginados, tanto por sus debilidades como por sus elecciones, dentro de un mundo de privilegios.

Charlotte no soporta más los abusos que sufre de su pareja, Kristian (Frank Thiel), y decide, toda envalentonada, empezar una nueva vida. Conoce, en circunstancias más bien desafortunadas, a su vecino de arriba, Veronica, que espera con ansia la autorización para poder cambiarse de sexo. Ambos viven al borde de la desesperación y el suicidio, tan esperanzados como llenos de miedo sobre lo que les depara su nueva vida. Ambos sufren las visitas de familiares y ex parejas como avisos de una soledad que promete ser aún más profunda de la que viven. Y en esas circunstancias, acabarán por buscar (y encontrar) amor y consuelo en el otro.

Desde hace mucho, Dinamarca ha presumido una liberalidad y tolerancia al respecto de costumbres y preferencias sexuales mucho más avanzadas que en el resto de Europa (y el mundo). Siempre abierta, ha sabido criticar (y hasta burlarse) de los riesgos y percances que suponen estas libertades.

Los roles y lugares dentro de la pareja han venido a diluirse tanto como para dar pie a un nuevo orden amoroso (o desorden, si...

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