Los plateados de Xalitzintla

AutorÉdgar Anaya

FOTO: Édgar Anaya

Santiago Xalitzintla tiene el privilegio de estar asentado en los pies del gigante Popocatépetl. Al llegar al pueblo se ve, se disfruta la cercana imagen del nevado volcán, cuyas aguas y cenizas que le escurren nutren sus alrededores, porque se sitúa a sólo 12 km del rugiente cráter de la montaña viva y cerca también de la volcana o Iztaccíhuatl. El pueblo se ha hecho famoso por salir en los noticiarios cuando hay evacuaciones al entrar en actividad el Popo.

Xalitzintla en sí no es atractivo. Sus casas son muy cuadradas de tabicón ligero; sus calles, polvorientas, y en algunas, no falta la basura incluso pero, además de su paisaje, tiene sus peculiaridades, y una de ellas es su Carnaval.

Ese día, esta comunidad campesina sale de su atmósfera de soledad y los colores y el sonido se asoma a las calles. El festejo es local, muy de la comunidad y (casi) sin turistas. No falta la reina de la fiesta que pasea por las calles en su carro alegórico y pasa frente a la presidencia municipal (donde siempre hay un destacamento del ejército, por si la emergencia volcánica). Enfrente se ubica la iglesia, bien pintada y con atrio enjardinado (su torre es buen mirador para retratar el volcán).

Algunos personajes del Carnaval recuerdan a los de la cercana Huejotzingo, con máscara de madera, barbas y bigote de zacate, traje bordado de lentejuela y fusil al hombro. Los músicos acompañan a los disfrazados, que bailan por todas partes con sus damas de vestido de quinceañera. Pero lo que hace diferente a este Carnaval son los plateados, los metálicos, por llamarlos de alguna manera. Ese martes se reúnen varios de los jóvenes del pueblo y se untan el cuerpo completo con pintura metálica, brillante y aceitosa, lo que forzosamente los vuelve muy llamativos. Cualquier pantalón corto sirve para dejar el cuerpo libre a la pintura, sin pensar en ese momento en qué tan tóxica pueda ser. La máscara es también la que se encuentra a la mano y no faltan, como en tantas otros carnavales y danzas patronales, las de luchador, que han sustituido a las auténticas. Así pintados, y con chicote o cadenas en las manos, sale la...

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