Plaza Pública / En busca de concordancias

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

En sólo una semana, el lunes pasado y hoy, dos eminentes reuniones convocan a la consecución de vastos acuerdos sociales para hacer más ancho el futuro mexicano, más fructífero. Sus orígenes son diversos, sus protagonistas, diferentes. Pero el que, sin consenso previo, esos llamados se emitan con apenas cuatro días de distancia, muestra la imperiosa necesidad de enfrentar los desacuerdos y aun las discordias con una voluntad concordista, destinada a trabajar en la versión contemporánea del acuerdo en lo fundamental que ideó en el siglo XIX Mariano Otero y revitalizó en la centuria siguiente su heredero ideológico Jesús Reyes Heroles.

El lunes se constituyó la Coalición Ciudadana Nacional por la Transición Democrática con Justicia y Equidad. La atención pública se concentró, como es comprensible, en la recobrada proximidad de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Hermanados en la disidencia priista y en la construcción del Frente Democrático Nacional en 1988 y del Partido de la Revolución Democrática al año siguiente, transitaron juntos el lapso más importante de la vida de ambos, contendieron en buena lid por la candidatura perredista al gobierno de la Ciudad de México en 1997, y finalmente se separaron ásperamente en 1999. Muñoz Ledo abandonó el PRD, imaginó su propia candidatura presidencial, la depuso a favor de Vicente Fox, creyó posible con él emprender la reforma del Estado y todo cuanto consiguió fue una importante misión diplomática para sí mismo, concluida la cual volvió a México con renovados bríos en su afán reformador.

Cárdenas, por su parte, fue en 2000 candidato presidencial por tercera vez y, sacudido como todos los perredistas y acaso más que nadie, por los escándalos que cimbraron a ese partido por la pervertida relación de varios de sus militantes notorios con Carlos Ahumada, corruptor contumaz, se ha mostrado reticente ante su propio partido. Dejó las responsabilidades formales que allí se le habían asignado y, en la coyuntura de la selección del candidato presidencial, declinó participar en el proceso. Pero, por supuesto, no se marchó de la política. Conforme a anuncios explícitos, consideró necesario alentar la formación de una "nueva mayoría plural y participativa". Ha concentrado su energía en esa construcción que, por una parte, se condensará en una coalición de partidos, un Frente Amplio que deberá consolidarse en diciembre y, por otra, en una concertación de agrupamientos sociales que se evidenció en la...

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