Plaza Pública/ Legalidad en Pemex

AutorMiguel Angel Granados Chapa

En un foro inopinado, el presidente Fox dio marcha atrás a su errónea e ilegal decisión de nombrar a cuatro empresarios como miembros del consejo de administración de Pemex. Demoró dos meses y medio en admitir que se había equivocado. Y disfrazó su enmienda como acto de cortesía entre poderes. Pero más allá de la tardanza y el maquillaje, lo importante es que restableció la legalidad en la operación de Petróleos Mexicanos, cuyo órgano de gobierno no ha sesionado precisamente porque sobre él se cernía la sombra de la ilegalidad.

El 13 de febrero, el Ejecutivo federal designó consejeros de Pemex a Rogelio Rebolledo, Alfonso Romo, Carlos Slim y Lorenzo Zambrano. Independientemente de su personalidad y de su innegable capacidad para los negocios, el nombramiento resultó polémico, pero defendido por Fox y los propios involucrados. Dos semanas después, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión emitió una recomendación al presidente Fox que partía de descalificar la designación por violatoria de la ley.

Pidió al Presidente dejar sin efecto esa medida y en cambio integrar un consejo técnico consultivo.

El lunes 30 de abril se cumplió esa parte de la recomendación. El Diario Oficial dio cuenta de la conformación de ese órgano, con base en el reglamento de la ley orgánica de Pemex. El Presidente hacía uso de su facultad reglamentaria, que nadie puede objetar. Pero quedaba vigente la decisión medular, la de los consejeros empresarios. Al día siguiente, mientras capeaba el temporal de las impugnaciones a su proyecto de política hacendaria en el Museo Nacional de Antropología, el Presidente introdujo sin que viniera a cuento ese asunto. Explicó que en atención al pedido del Congreso de la Unión había "retirado el consejo que se había nombrado para Pemex", con lo que quiso decir que revocaba el nombramiento de Rebolledo, Romo, Slim y Zambrano. Al menos este último no parecía tener noticia de que era inminente esa retractación presidencial, pues sólo unos días antes había reiterado su propósito de "limpiar a Pemex", es decir de contribuir a abatir la corrupción en esa empresa paraestatal. Ya no podrá hacer esa aportación. Al menos no podrá hacerla desde el órgano de gobierno.

La designación era ilegal porque mudaba una tradición consagrada como norma en leyes aplicables y no reformadas previamente. Como empresa pública, Pemex está regulada por la Ley federal de entidades paraestatales, que no es una antigualla del periodo estatista del priismo, sino...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR