Plaza Pública / Marchemos

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Por doquier en este domingo final de agosto la política se manifiesta en la calle: ya son, en Nueva York, los opositores a George W. Bush, que el próximo jueves será proclamado de nuevo candidato a la Presidencia de su país; ya es Gabino Cue, al frente de sus partidarios, que recorre Oaxaca en defensa del voto que el gobernador José Murat y su presunto sucesor Ulises Ruiz conculcaron el primero de este mes; ya son los defensores de la legalidad que en la Ciudad de México protestan por el torcimiento al derecho destinado a evitar que Andrés Manuel López Obrador sea candidato presidencial dentro de dos años.

Miles de miembros de muchas agrupaciones civiles norteamericanas pretendían reunirse hoy en el Central Park neoyorquino, en vísperas de la convención nacional republicana, para refrendar su oposición al gobierno de Bush y a su aspiración reeleccionista. Los mueve la indignación por la onerosa y fraudulenta guerra en Iraq, iniciada con engaños y seguida a un enorme costo de vidas y recursos, una guerra en que sólo triunfan las empresas vinculadas a la familia presidencial y a miembros relevantes de su gabinete, el vicepresidente Cheney incluido de modo eminente. Los mueve también la osadía de los republicanos de escoger a Nueva York como sede de su convención, con la intención inocultable de usar el dolor provocado por el terrorismo el 11 de septiembre de 2001 para reconstruir la obsesión patriótica que se convierta en votos republicanos en noviembre próximo. A falta de autorización para ocupar el enorme pulmón verde en Manhattan, los manifestantes contra Bush recorren hoy las calles de la isla, y desfilarán frente al Madison Square Garden, escenario por décadas de hazañas deportivas, y de mañana al jueves recinto del Great Old Party que hará a un Bush candidato presidencial por cuarta vez.

En Oaxaca, el Partido Acción Nacional, Convergencia y el PRD combaten en los tribunales, y en calles y caminos de esa entidad, el fraude electoral que a la antigua usanza fue instrumentado para garantizar el triunfo de Ruiz, extremo necesarísimo para Murat, practicante del credo expuesto por el gobernador de Tlaxcala al apoyar las aspiraciones de su esposa: Siempre es conveniente que haya quien te cuide las espaldas, al dejar el gobierno. Murat dejará una gran deuda de todo género cuando deje el gobierno oaxaqueño el próximo 1o. de diciembre. Por sólo citar dos créditos recientes en su contra, Murat debe a los oaxaqueños la verdad sobre lo acontecido el 18 de marzo pasado, en que se habría atentado contra él, según su propia confusa versión. En ese caso, lo único cierto es que hubo un crimen: un policía municipal murió, roto el cráneo, sin que se precisara nunca la circunstancia de su fallecimiento ni si fue en efecto un accidente o resultado de una agresión. También debe Murat la aprehensión y consignación a la justicia de los asesinos de un profesor jubilado, que en Huautla fue apaleado hasta la agonía...

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