Plaza Pública / No se acepta

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Seis veces la Secretaría de Seguridad Pública federal asesta el "no se acepta" a cada una de las recomendaciones que le envió la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuatro de ellas exclusivamente a esa dependencia y dos más dirigidas conjuntamente a la SSP y al gobierno del estado de México, sobre violaciones a los derechos humanos en Atenco, en mayo pasado.

Las autoridades pueden aceptar total o parcialmente, o lo contrario, las recomendaciones de la CNDH. No se incurre en ilicitud alguna al rechazar lo recomendado por esa Comisión. Es grave, sin embargo, que en la respuesta firmada por Eduardo Medina Mora no sólo se consideren insuficientes las razones del ombudsman, sino que haya a lo largo de sus 60 páginas un ánimo pugnaz, pedagógico a veces y hasta prescriptivo en materia léxica.

Recomienda a la CNDH emplear el adjetivo policial, y no policiaco, porque este resulta "insultante y ofensivo", ya que la Real Academia de la lengua establece que "el sufijo 'aco' se emplea para señalar algún sustantivo en forma despectiva, como por ejemplo sucede en el caso del nombre 'pájaro', su despectivo correspondiente es 'pajarraco'". Tan delicado paladar sintáctico debió cuidar que en la página 47 se escribiera infligir, con una ene de más, pues el verbo que quiso usarse es infligir. No es de extrañar que eso ocurra, pues no se esmeró el firmante en presentar de modo correcto la respuesta. Revela apresuramiento el que por lo menos en dos ocasiones (páginas 2 y 19) se omitan los números exactos de oficios citados: no se tenían a la mano a la hora de preparar el borrador, se acudió a la fórmula de provisionalidad: "oficio número tal", en espera de contar con la cifra, pero así quedó el original entregado a la CNDH. Lo mismo ocurre al señalar el número de agentes de la PFP en la operación en Atenco: tan pronto son 700, como se dice tres veces, que resultan 628. Son minucias, se dirá, pero revelan interés por producir no un documento pulcro, sino sólo rechazar las recomendaciones.

Hay dos contradicciones básicas en la argumentación de la Secretaría de Seguridad Pública. Por un lado, avisa que conforme a su legalidad interna realiza investigaciones sobre la conducta de sus servidores. Pero antes de que la indagación concluya los exculpa de modo inequívoco, tajante. Por lo demás, no sólo no acepta los señalamientos de que sus agentes infringieron la legalidad sino que reprocha a la Comisión no considerar a los miembros de esa corporación que resultaron...

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