Plaza Pública / Pro y antielbismo

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

El 5 de julio se cruzaron en Tijuana los caminos de quienes habían estado reunidos ese día y la víspera para discernir una estrategia contra el liderazgo de Elba Esther Gordillo, y quienes a partir de aquel jueves y hasta el sábado reforzarían el poder de la dirigente magisterial, prorrogando hasta fecha indefinida su ejercicio de la presidencia, que concluiría en 2008.

La reunión de los antagonistas de la profesora se caracterizó por su anchura y el aglutinamiento de corrientes hasta ahora en el mejor de los casos distantes, si no francamente adversas entre sí. La oposición más antigua al grupo que ha gobernado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es la congregada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que quizá tiene cientos de militantes, dispersos en todas las secciones del gremio, y con mayoría en algunas de ellas, cuyos comités directivos encabezan. La CNTE, creada formalmente en diciembre de 1979, coronó el activismo de consejos centrales de lucha surgidos en buen número de secciones durante los años anteriores, y significó la revitalización de corrientes como el Movimiento Revolucionario del Magisterio que desde los años cincuenta se había enfrentado al predominio de una cúpula priista en que, a lo largo de los años, sobresalieron los líderes Manuel Sánchez Vite, Jesús Robles Martínez y Carlos Jonguitud. La CNTE surgió en Chiapas, donde las secciones 7 y 40 fueron las primeras en lograr autonomía ante la corriente oficialista.

En los años recientes, sin pertenecer a la CNTE han aparecido otras disidencias de alcance local, que hasta lograron formalizarse. Tal es el caso del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Tabasco, que obtuvo registro formal. También lo obtuvo el Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Baja California (SETE). En ambos casos, sin embargo, los comités de las secciones 29 y 32, adictos al institucionalismo, se resisten a ser rebasados por las tendencias independentistas.

A la creación del SETE no fue ajeno el ingeniero Noé Rivera, que hasta hace pocos años encarnaba el prototipo de la dirigencia gordillista. Encabezó la sección bajacaliforniana y después recibió encomiendas delicadas de la dirigente magisterial. En 1994 formó y dirigió la Organización Nacional de Observadores Electorales del Magisterio, creada con fondos del SNTE para montarse en la tendencia a reforzar la observación electoral por parte de organizaciones de la...

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