Plaza Pública / Zacatecas

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

La única buena noticia en el oscuro y complicado panorama del PRD es la posibilidad de que ese partido retenga la gubernatura de Zacatecas, esta vez con una genuina militante suya, la todavía vicepresidenta de la Cámara de Diputados Amalia García. Hace seis años, ella impulsó la candidatura de Ricardo Monreal, diputado priista entonces, que chocó con la estructura autoritaria de su partido en su búsqueda de la gubernatura, y la alcanzó postulado por el PRD. Monreal se volvió después un activo militante perredista que para fortuna suya y de su partido superó una tentación del mismo corte autoritario que antes padeció y convirtió esa coyuntura en ocasión de servicio al perredismo.

Monreal se empeñó durante un largo momento, el año pasado, en hacer candidato a sucederlo a su secretario de gobierno, Tomás Torres Mercado, que había concluido su periodo como diputado federal plurinominal. La decisión del gobernador resultaba errónea y ofensiva pues al pretender que prosperara esa precandidatura se marginaba a la diputada García, una figura emblemática en el PRD, que fue una de sus fundadoras y lo presidió; y, sobre todo, estaba mejor situada que nadie ante la opinión pública, según repetidas encuestas de preferencias electorales.

Monreal percibió, porque así se lo hicieron saber dirigentes partidarios y figuras sobresalientes del PRD, incluido Andrés Manuel López Obrador, que su impulso a Torres Mercado podría ser lesivo para sí mismo y para su partido, al punto de perder la gubernatura, y se avino a que la candidatura perredista se decidiera a partir de una evaluación de las circunstancias, que otorgara un peso adecuado a las mediciones demoscópicas. Y así resultó candidata la diputada García, hija de un gobernador priista de esa misma entidad, don Francisco Espartaco García.

No obstante la militancia de su padre, y haber vivido su infancia en el palacio de gobierno (nacida en 1951 el periodo gubernamental corrió de 1956 a 1962), Amalia García fue una militante de izquierda desde sus años estudiantiles, cuando cursó sociología en la Universidad Nacional e historia en la de Puebla. Integrada al Partido Comunista Mexicano, orientó esa pertenencia a la defensa de perseguidos y a la promoción de las mujeres. Como miembro del comité central de su partido, contó entre quienes decidieron su fusión en lo que fue el Partido Socialista Unificado de México, convertido después en Partido Mexicano Socialista y luego en Partido de la Revolución Democrática...

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